El Gobierno alemán permitió excepcionalmente el acceso al combustible de las reservas petrolíferas del país para hacer frente a la escasez de suministro debido al bajo nivel del agua del río Rin por una inusitada sequía, según informó el Ministerio de Economía en el Boletín Oficial.
De acuerdo con el escrito, se trata de cantidades limitadas de diésel, gasolina y combustible de aviación. La medida se publicó el jueves y entró en vigor este viernes.
Desde hace semanas, los buques no pueden navegar por el Rin completamente cargados debido al bajo caudal del río, lo que ha afectado a la conexión entre el centro petrolero de Rotterdam y el suroeste de Alemania.
Dado que desde hace meses apenas llueve y el nivel del agua en los ríos es mucho más bajo de lo habitual, los buques que transportan materias primas o mercancías no pueden ir cargados a su máxima capacidad, ante el riesgo de quedarse varados.
La licencia se limita a las existencias de diésel y gasolina en la región de Colonia, en los Estados federados de Hesse, Renania-Palatinado y Baden-Wurtemberg, en la región de Baja Franconia y al combustible para aviones en determinados almacenes de Hesse, Renania del Norte-Westfalia y Speyer en Renania-Palatinado.
Alemania cuenta por ley con una reserva para poder hacer frente a posibles problemas en la producción de gasóleo de calefacción y combustibles en caso de crisis. La implementación está regulada por la Asociación de Aprovisionamiento de Petróleo (EBV), que actúa como una corporación pública.
El Ministerio de Economía puede liberar reservas para prevenir o remediar interrupciones en el suministro de energía. Según el Ministerio, el Gobierno alemán ya hizo uso de estas cantidades almacenadas en 1991 en la crisis de Irak-Kuwait, en 2005 en el huracán Katrina y en 2011 durante la crisis de Libia.
Un 70% del territorio de Alemania se encuentra en la actualidad afectado por una situación de sequía extrema, de acuerdo con datos del Servicio de Meteorología del país (DWD) publicados el viernes.
Las inusitadas altas temperaturas de los meses de verano y la escasez de lluvias que el país sufre desde hace tiempo hace pensar a los meteorólogos que 2018 será uno de los cinco años más secos desde que existen registros en 1884.
