En El Salvador los partidos de izquierda han venido perdiendo su identidad y su relación con los trabajadores, los primeros afectados fueron los partidos demócrata cristiano y socialdemócrata (MNR).
El FMLN ha tenido tres crisis de identidad política: la primera, fue resuelta por la dirección de las organizaciones que formaban parte del FMLN; la segunda, por la dirección del FMLN dirigiendo el proceso de unidad de las tendencias políticas en el marco de un proceso electoral interno; la crisis política actual puede ser resuelta por la dirección de ese partido dirigiendo un proceso de electoral para elegir una dirección de transición que realice un congreso en donde los militantes definan las medidas para resolver la recuperación electoral de ese partido.
La primera crisis ocurrió en los años finales de la guerra civil, esta crisis tuvo un origen interno a la organización política, por diferencias de estrategia política y militar de toma del poder político; la crisis se expresó en un conflicto violento entre los dirigentes, que cobró la vida a los dos máximos dirigentes de las FPL. Los dirigentes de las organizaciones miembros identificaron los cambios estructurales mínimos que obtener para las mayorías de la población a cambio de abandonar las armas; la firma de los Acuerdos de Paz fue posible porque los dirigentes de las cinco organizaciones se pusieron de acuerdo en que la tarea de ese período histórico era desplazar a los militares del gobierno e iniciar un proceso de democratización; una de las consecuencias de esta crisis fue la decisión del ERP de salirse del FMLN, después de las primera elección en que participó este partido; esta crisis no se expresó significativamente en las organizaciones de masas, se tenía un apoyo creciente de la población que permitió neutralizar la perdida de militantes durante la crisis.
La segunda crisis se desarrolló en la segunda mitad de la década de los noventa, fue el resultado del desarrollo de cuatro corrientes o tendencias ideológicas dentro del partido, que se expresó en una plataforma política que no proponía cambios estructurales, lo cual provocó la pérdida de apoyo popular durante la segunda elección presidencial en que participó el FMLN. Esta crisis se resolvió cuando la dirección decidió que se eligiera una dirección unitaria coordinada por el miembro que tuviera la mayor votación, la militancia dio la mayoría de los votos a Medardo González de la tendencia socialista revolucionaria, la cual proponía una gestión gubernamental que sentara las bases para el desarrollo del socialismo; la solución de esta crisis se expresó en un incrementó significativo en la votación del FMLN en las elecciones de diputados y presidencial.
La tercera crisis de identidad se comenzó a manifestar en el año 2012, en la forma de una disminución de los votos obtenidos por el FMLN en las elecciones legislativas, 43 % en 2009 a 38 % en 2012), así como la reducción del número de los militantes. La dirección del partido se dio cuenta de la gravedad de la crisis en el año 2013, pero no lo dio conocer a las bases; programó la realización del Primer Congreso del partido para el año 2015; redactó un documento de base de discusión en los grupos de trabajo; diseñó una metodología de análisis y la forma de presentar las conclusiones de cada uno de los grupos, así como la integración de las propuestas de mejora a nivel de cada uno de los departamentos y a nivel nacional; el documento final identificaba la mayoría de problemas del papel del partido como instrumento político de la revolución salvadoreña, cuyo objetivo en ese momento histórico era luchar contra el modelo capitalista neoliberal y crear las condiciones para el funcionamiento de un modelo propio del sistema económico capitalista, así como las soluciones a esos problemas; los delegados al Congreso aprobaron los documentos finales. La dirección del FMLN supuestamente aceptó las conclusiones del Congreso, no obstante ser bastante diferentes a las propuestas en el documento base; se comprometió a tomar las decisiones necesarias para poner al partido en condiciones de continuar impulsando el proceso revolucionario; no lo hizo, con excepción de análisis específicos que no se habían realizado con profundidad en el Congreso. Parto del supuesto que la Dirección se dio cuenta que se había equivocado al no haber iniciado la ejecución de los acuerdos del Congreso, al observar los resultados de las elecciones legislativas del 2018 y las presidenciales de 2019. Los miembros de la Dirección actual y que tienen mayor experiencia, participaron en la superación de las dos crisis de identidad anteriores; creo que todos ellos están dispuestos a superar esta crisis y seguir luchando por los intereses de los trabajadores, campesinos y los pequeños empresarios; por tanto, ellos pueden resolver la crisis política del FMLN.