Ante la reciente amenaza del fantasma de la privatización del agua, cientos de personas procedentes de comunidades, escuelas, iglesias, organizaciones ambientalistas y sociales marcharon por las principales calles del Centro Histórico de San Salvador en demanda de la aprobación de la Ley General de Aguas.
Esta actividad es la Décima Octavo Caminata Ecológica desarrollada en el país, la cual cobra más sentido de pertinencia ante el nuevo suceso protagonizado por los diputados de los partidos de derecha ARENA, GANA y PCN, quienes aprobaron desechar los acuerdos alcanzados de la discusión sobre la propuesta de Ley de Agua que estaba plasmada en el interior de la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático de dicho órgano del Estado.
“El escenario que se percibe de la nueva correlación en la nueva Asamblea Legislativa donde la mayoría de diputados provienen de los partidos políticos de la derecha, genera preocupación de una posible privatización del agua; prueba de ello es la eliminación de los 92 artículos de la propuesta de Ley General de Aguas y a cambio de ello han retomado la propuesta de ley derivada de la empresa privada”, señalo Bernardo Belloso, presidente de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES).
La presión social logró que se aprobara una Ley de Prohibición de la Minería Metálica y pareciera ser la única opción viable que les queda a las comunidades y organizaciones sociales para defender el agua como un derecho humano, debido a que en las esferas políticas legislativas se aproximan a un retroceso en la garantía de estos principios fundamentales.
“Estamos una vez más presentes en las calles para demandar nuestros derechos por la defensa del derecho humano al agua, la seguridad y soberanía alimentaria. Esta marcha es para concientizarnos en la necesidad de involucrarnos en la defensa de los bienes comunes, porque de la clase política no se ve voluntad al respecto”, manifestó la ambientalista Vidalina Morales, pobladora del departamento de Cabañas.
Las conquistas sociales en materia ambiental están en riesgo eminente de sufrir reveses como la potencial reforma o derogación de la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, la privatización del agua, el poner a dormir el sueño de los justos a las propuestas de leyes de Seguridad y Soberanía Alimentaria y Nutricional, todo esto ante las avasallantes maniobras políticas de los diputados de los partidos de derecha que pretender reducir las garantías constitucionales de la ciudadana, negándoles de gozar de agua y comida en calidad y cantidad.
La mercantilización de los bienes comunes se aproxima a pasos agigantados por parte de la empresa privada con la confabulación de los partidos de derecha, esto provoca un ambiente de inestabilidad político social, que está conllevando a que las comunidades y organizaciones vuelvan a las calles a manifestarse de forma más enérgica por la defensa de sus derechos.