El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, confirmó que en lo que va de 2016, se ha capturado a 80 agentes policiales por estar vinculados a diferentes actividades delictivas, como la extorsión, hurto y sicariato.
“Las capturas son el reflejo de los proceso de investigación y la capacidad de las instancias de control interno de la PNC; Aún seguimos en deuda con limpiar la institución policial a pesar de todo el éxito que se ha tenido, tenemos que fortalecer aún más nuestras unidades de fiscalización internas”, dijo el director.
Según fuentes oficiales, en 2015 fueron capturados 339 agentes por el cometimiento de diferentes ilícitos. En 2014, los capturados fueron 56, la mayoría por vinculaciones con grupos pandilleriles.
El 13 de mayo de 2016 la PNC capturó a ocho agentes policiales acusados de cometer delitos como tráfico de objetos prohibidos en centros penitenciarios del país y agrupaciones ilícitas, según investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR); los policías fueron detenidos junto a 17 pandilleros de la 18 revolucionarios. (Vea nota).
Asimismo el 6 de mayo, el cuerpo policial detuvo a seis agentes policiales junto a 15 personas más, acusados de pertenecer a un grupo de exterminio que operaba en la zona de Lourdes y Santa Tecla. Los implicados cumplen prisión provisional por cinco meses, mientras dura el proceso de Instrucción. (Vea nota)
“Hemos sido contundentes con el crimen y hemos dado muchos resultados; eso no quiere decir que los miembros de la Policía tiene carta abierta para hacer lo que se le ocurra y por la participación que se tiene en contra de los delincuentes, no vamos a dejar de apuntar hacia aquellos policías que están participando del crimen”, explicó Cotto.
El regente enfatizó sobre la necesidad de depurar la institución policial para que sus miembros sean represores del crimen; y no hechores.
Investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), de 2014 y 2015, detallan que la mayoría de agentes dotaban de uniformes policiales a las pandillas, introducían teléfonos celulares y demás ilícitos a penitenciarias y proporcionaban información sobre operativos.