Alrededor de medio de millón de familias salvadoreñas continúan habitando en condiciones inadecuadas, sumado a la vulnerabilidad a las que se encuentran expuestas por los efectos del cambio climático que año con año son más sensibles a nivel global.
El dato fue revelado por Claudia Blanco, directora ejecutiva de la Fundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda Mínima (FUNDASAL), en el marco del conversatorio "Acuerdos de país sobre sustentabilidad ambiental y vulnerabilidad.
Según Blanco, “las condiciones en las que habitan ese medio millón nunca permitirá el desarrollo del país” considerando que las afectaciones de la vulnerabilidad combinada con los efectos del cambio climático, “se pueden vivir y respirar” y continúan afectando ejes fundamentales para una vida digna como la economía que ya representa una desventaja para muchos sectores.
De acuerdo con la experiencia de FUNDASAL en el tema de vulnerabilidad ambiental es clave el ordenamiento territorial.
“El salvador y las ciudades no pueden seguir pensando en la expansión ilimitada (…) no somos un país pobre, somos un país que desperdicia sus recursos. Estamos convencidos que un trabajo fuerte sobre cambio climático es hacer ciudad sobre la ciudad. Hay que hacer de los espacios, espacios eficientes”, explicó Blanco.
En el conversatorio también participó como representante del sector empresarial, Carlos Calleja, quien sostuvo que la vulnerabilidad ambiental a la que se enfrenta El Salvador y el mundo entero es un tema “de vida o muerte” pues está íntimamente vinculado con la sobrevivencia del planeta.
Sobre el impacto del cambio climático dijo que, aunque el país no genera daños al ambiente en la misma medida que otros, el impacto está latente.
“Somos de los que más sufrimos. Nosotros vimos el impacto de la sequía y vimos que los más vulnerados son los que menos tienen. Si no trabajamos cada uno desde su trinchera y de una forma articulada no vamos a tener éxito”, acotó.
Recordó que el país se enfrenta a una realidad de desafío y uno de los elementos que representa un obstáculo para la resolución de conflictos es la “polarización”.
En su intervención remarcó que el país continúa sin lograr el suficiente crecimiento económico, se sigue produciendo poca inversión y no se generan los suficientes empleos. Pese a los problemas que calificó “monumentales”, dijo que no se lograran atender si no se enfrentan como país.
Por su parte la ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Lina Pohl, manifestó que hay avances sustanciales considerando que se ha logrado posicionar el tema ambiental y ya es señalado por el agricultor, el sector bancario, activistas y otros sectores claves en la dinámica social.
Pohl enfatizó en coincidencia con Calleja, que el tema de vulnerabilidad entra en todos los ámbitos de la vida nacional y que la situación ambiental no sólo es grave para el país sino también para el planeta.
“Revertir la degradación ambiental y hacer frente a los efectos del cambio climático, es un trabajo en conjunto (…) si el tema ambiental no logra permeabilidad a los sectores la acción del Gobierno se hace difícil.”, dijo.