Son diversos los desafíos a los que El Salvador se enfrenta para potenciar la agricultura y hacer de esta un elemento económico sostenible para muchas familias en las zonas rurales, esto según Glayson Ferrari, Gerente de País, del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Uno de esos desafíos es la violencia que aqueja al país.
Ferrari señaló que uno de los elementos que podría hacer crecer la agricultura en el país es el involucramiento de los jóvenes en este rubro, sin embargo existe una grave falta de interés que radica en la ausencia de incentivos económicos y de mostrar que la agricultura va más allá de labrar la tierra “a muchos les interesa tener su propio negocio, pero poco se le apuesta a esto”, mencionó a ContraPunto.
Asimismo señaló que la falta de interés de la juventud va de la mano con la violencia e inseguridad que aqueja a El Salvador. “El tema de la violencia afecta el desarrollo del área rural, la gente no alcanza rentabilidad porque en su propia tierra tiene que pagar la renta a los grupos criminales”, expresó.
Además influye que “a veces no podemos llevar a otra comunidad para intercambio de aprendizajes porque solamente la movilización a otra comunidad pone en riesgo a las personas. Tenemos historias de jóvenes secuestrados, asesinados y la violencia es uno de los desafíos grandes”.
Ferrari dijo a ContraPunto que entre otros desafíos que El Salvador enfrenta está, también, el Cambio Climático, ya que este es uno de los países con “incidentes ambientales con mayor impacto social y económico, significa que es urgente que se trabaje en un manejo más sustentable de los recursos naturales y que los pequeños productores tengan más acceso a los instrumentos de adaptación al Cambio Climático y que la gente esté más informada”.
Para superar este desafío, recalcó, se debe empezar por reglamentar el agua para que no sea visto como un producto o bien comercial, sino como un derecho de consumo humano; asimismo se debe legislar el derecho humano a la alimentación, con ello no solo se resguarda la agricultura salvadoreña, sino la dignidad humana
Por otra parte, según Ferrari, si bien es cierto el actual Gobierno, dirigido por el FMLN, ha desviado la atención hacia la agricultura familiar, eso no significa que tenga total capacidad para contrarrestar los desafíos, “todavía falta más inversión, es baja considerando la demanda que hay en la agricultura”, expuso.
En El Salvador, según REDES, 70 de cada 100 pequeños productores y productoras carecen de un área suficiente para producir sus alimentos, por lo cual se ven obligados al arrendamiento de pequeñas áreas de tierra que no superan una manzana de extensión.
Un programa para fortalecer a los agricultores
Actualmente FIDA, Oxfam, RIMISP y Prisma ejecutan el Programa Diálogo Rural Regional-Centroamérica y República Dominicana con el que pretenden fortalecer las capacidades de liderazgo, incidencia y visión estratégica para construir e implementar políticas públicas.
El objetivo es influenciar, no solo en aquellas que afectan la agricultura familiar en la región, sino también en los Organismos Multilaterales y las Agencias de Cooperación para garantizar que los programas y proyectos enfocados en este sector sean más efectivos.
Con el proyecto beneficiaran a cerca de 600 mil familias que viven de la agricultura en Centroamérica. Según Oxfam, la agricultura familiar es parte fundamental de 2.3 millones de familias en Centroamérica esto contribuye el 70 por ciento (%) de la producción de alimentos, aportando el 50% del Producto Interno Bruto Agropecuario (PIBA) de la región.
El monto total de la inversión del proyecto es de un millón 750 mil dólares de los cuales, el apoyo financiero del FIDA es del 86 % del costo total y del Consorcio PRISMA-OXFAM-RIMISP es del 14%. Las entidades prevén un tiempo de ejecución de tres años.