Por: Alessia Genoves
Transparencia, rendición de cuentas, acceso a la información y respeto a la democracia son demandas que se reiteraron en el XXII Aniversario de Mártires de la UCA (Universidad José Simeón Cañas). La conmemoración busca rendir homenaje a los Mártires de la UCA, asesinados por las Fuerzas Armadas; y exigir justicia por los problemas sociales del país.
La crítica social fue el eje temático de la celebración litúrgica, que culminó en una velada y piezas artísticas. Recordaron los escenarios en que fallecieron los jesuitas mártires Ignacio Ellacuría, Martín-Baró, Segundo Montes, Juan Moreno, Armando López y Joaquín López, y el mensaje de prédica.
“Un año más, la celebración de nuestros mártires, nos obliga a poner un granito de arena, para poder construir, todos, un mejor El Salvador”, indicó el padre Fidel Sáncho. “Lastimosamente, parece que el rumbo que está tomando el país, no se orienta hacia el bien de las grandes mayorías; y uno siente como peligro de que la democracia se vaya deteriorando grandemente”, añadió.
Las Denuncias
En memoria de los mártires, las crítica social respondió a la gobernanza de la administración del actual presidente salvadoreño, Nayib Bukele. La transparencia fue una demanda redundante, ante la restricción al acceso a la información pública, en políticas como la contención de la pandemia del covid19, la administración de los fondos públicos en las compras de Bitcóin, y la difusión de estadísticas oficiales en las carteras de Hacienda, Salud y Gobernación.
“En tiempos de crisis es necesario y urgente estar bien informados; puesto que las acciones, tanto individuales como colectivas, repercuten directamente tanto en la seguridad y bienestar del conjunto de la sociedad. Especialmente en un contexto de pandemia como el actual, en un contexto de mucha violencia; en un contexto dónde la mentira está a flor de piel, los medios de comunicación juegan un papel esencial, pues somos responsables de garantizar su ejercicio”, indicó el periodista de Radio YSUCA, Gerardo Castro.
Persecución política, estigmatizan y actos arbitrarios fueron algunas adjudicaciones que representantes de la UCA hicieron sobre organizaciones sociales que sostienen críticas sociales contra el gobierno.
“Vemos un afán para destruir a los que ya han sido calificados como enemigos, solamente porque les señalan su falsedad, sus corrupciones, sus injusticias, sus verdaderas intenciones. Y son una piedra de tropiezo para sus proyectos perversos. Vemos, en nuestros gobernantes, mucha ira… una total incapacidad de perdonar, deseo de venganza, de dividir más y más a éste pueblo, de llenarlo de odio, lo contrario al amor”, expresó el rector de la UCA, Andreu Oliva.
No identificaron a grupos partidarios ni a las organizaciones sociales que han tenido múltiples hallazgos de ilícitos, por la administración de justicia, como el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Sin embargo, compararon al actual gobierno con los anteriores.
“¡Qué triste es que no sólo estén repitiendo lo mismo de siempre, sino que superen con creces las maldades de los gobiernos anteriores, y sean más eficaces en sus deseos de someter a todo un pueblo, bajo su yugo opresor!”, exclamó Oliva.
Ante la crisis política, la comunidad litúrgica instó a predicar la palabra del Santo de Las Américas, Óscar Arnulfo Romero, y a preservar “la esperanza”.
“En éstos momentos tan difíciles que atraviesa el país, no solamente por la coacción, o con la limitación de las libertades, sino también por la situación económica, la inflación, la violencia, las pandillas… que siguen extorsionando, siguen las desapariciones, yo me atrevería a recordar las palabras de Monseñor Romero, que decía que hay que mantener la esperanza”, expresó el director del Centro Monseñor Romero, Rodolfo Cardenal
Los Mártires de la UCA recibieron muerte del extinto Escuadrón Atlacatl (de las FAES), bajo las órdenes del Coronel Inocente Montano, ex-Viceministro de Seguridad Pública. Los hecho tuvieron lugar el pasado 16 de noviembre de 1989, en el recinto académico, lugar en el que también perdieron la vida dos mujeres.
El alto mandatario fue inicialmente acusado por el ex-militar René Yusshy Mendoza, hasta que recibió una sanción de hasta 133 años de cárcel, 4 meses y 5 días de cárcel, por el Tribunal Español, en Madrid.
