Tres de las 118 tumbas que fueron destinadas para enterrar a personas fallecidas por COVID-19 en el cementerio “La Bermeja”, ya fueron utilizadas según informó el alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt.
Muyshondt indicó que, de las tres víctimas, una era de San Salvador y las otras de otros municipios que no cuentan con las condiciones requeridas establecidas en los protocolos que ha determinado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“No solo la mayoría de municipios del país no tienen las condiciones o no están preparados para hacer las sepulturas de acuerdo a las medidas e indicaciones que esto amerita, sino también los otros municipios del Área Metropolitana de San Salvador, en su mayoría, no tienen espacios en sus cementerios municipales”, afirmó hoy en la entrevista Frente a Frente de canal TCS.
El edil capitalino sostuvo que tuvieron que asumir los gastos de los sepelios, debido a que los familiares de las víctimas de la pandemia no tienen las “posibilidades económicas” para pagar un cementerio privado.
Por otra parte, explicó que para hacer las fosas la alcaldía coordinó con el gobierno con el objetivo de hacer un buen manejo sanitario de este problema.
"Nuestro personal está debidamente capacitado para ello, ojalá que no se tengan que usar la gran mayoría de los espacios que se han adecuado; sin embargo, debemos estar preparados para que no nos pase lo que ha pasado en otros países que no han tenido capacidad para dar sepultura, que por un lado proteja la salud y vida de los seres queridos y familiares de la víctima, como también el personal del cementerio de la municipalidad y a las personas de los lugares aledaños a los cementerios", añadió.
