Unos 2,185 niños y adolescentes salvadoreños fueron deportados por autoridades de migración de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, durante los primeros 73 días del presente año. La cifra representaría, al menos, el 7.85% del total de menores desplazados, cuyo número llega a cuantificarse en al menos 27,815 menores, provenientes de regiones de México y Centro América.
“La pobreza, los altos niveles de violencia y corrupción en México y los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala) han impulsado la migración hacia nuestra frontera suroeste durante años”, reconoció, en su momento, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas.
Según la CBP, el registro total de migrantes deportados, bajo las regulaciones de frontera terrestre, se cuantifican en unas 382,617 personas, sólo en los primeros dos meses del año; y, de ese total, sólo unas 9,080 personas habrían sido expulsadas, luego de ser catalogadas como “extranjeros inadmisibles”.
Por otra parte las cifras de menores deportados hace notar un significativo incremento si se contrasta con las 2,189 deportaciones de niños y adolescentes salvadoreños registrados durante el mes de octubre del año 2019, y durante el mes de septiembre del año 2020.
“Encontramos a muchos niños, no acompañados por sus padres o madres, día a día en la frontera. Estos son menores de 18 años aque viajan sin compañía de padre, madre o un custodio legal (…). Estamos encontrando niños de seis y siete años de edad, por ejemplo, que llegan a la frontera sin un adulto (…). Son niños vulnerables y hemos puesto fin a la práctica del gobierno anterior de expulsarlos”, manifestó a la prensa, Mayorkas.
Pese a ello, la tasa de menores deportados suele alcanzar los mínimos históricos de la última década. Según los reportes del CBP, sólo en el año 2014, el total de niños y adolescentes migrantes, no acompañados, se cuantificaba en al menos 16,404 personas detenidas.
Una Ley para Inmigrantes
Ante la creciente afluencia de migrantes en Estados Unidos, la titular de la Secretaría de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, manifestó a la prensa, la tarde de ayer, la ejecución de un proyecto de ley para su naturalización en el territorio estadounidense.
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“Hay un proyecto de ley de inmigración que, ciertamente, hemos propuesto y esperamos que los miembros de ambas partes lo tomen en serio y participen en una conversación constructiva. Los problemas y desafíos a los que nos enfrentamos”, manifestó la Psaki.
No obstante, la relatora manifestó que el anteproyecto de ley aún no se echa a andar, debido a que el país norteamericano ha tenido que lidiar con el tema de salud sanitaria, durante la Pandemia del COVID-19.
“El gobierno precedente nos dejó con un sistema desmantelado y con el cual es imposible trabajar, al igual que con otros problemas, vamos a hacer todo lo que sea posible para resolverlo”, dijo Psaki.
La afirmación fue reiterada por el relator de Seguridad Nacional de EEUU, Jake Sullivan, quien, pese a las complicaciones sanitarias, manifestó la preocupación del país por la atención en el tema de las deportaciones.
“El Presidente ha dejado en claro, y esta administración lo ha dejado claro, que vamos a seguir una política de inmigración efectiva y humana y deshacer lo que creemos que fue la política ineficaz e inhumana en el transcurso de los últimos cuatro años(…). Hemos dejado en claro que ahora no es el momento de venir a los Estados Unidos. Estamos lidiando con una circunstancia en la que tenemos que desarrollar la capacidad para poder evaluar las solicitudes de asilo de las personas que llegan aquí, y tenemos que lidiar con los efectos obvios de una pandemia en la salud pública”, expresó Sullivan, a la prensa.
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