A partir del 1 de junio, los trabajadores salvadoreños reciben un aumento del 12% en el salario mínimo, tras la aprobación unánime del Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM), órgano integrado por representantes del Gobierno, la empresa privada y el sector laboral. Este reajuste impacta a diversos rubros económicos, incluyendo la industria, el comercio, la maquila textil y las actividades agrícolas.
Con la nueva escala, el salario mínimo mensual se establece en $408.80 para empleados del sector industria, comercio y servicios. En el rubro de maquila textil y confección, la remuneración mínima sube a $402.32. En cuanto al sector agrícola, los trabajadores que recolectan caña de azúcar o laboran en el beneficio de café recibirán $305.23, mientras que quienes se dedican a la recolección de café o a otras tareas agropecuarias recibirán $272.53.
El ministro de Trabajo, Rolando Castro, aseguró que la medida ya está vigente y advirtió que se desplegarán inspecciones en todo el país para verificar su cumplimiento. “No vamos a permitir excusas por parte de los empleadores. Quienes incumplan se enfrentarán a las sanciones correspondientes conforme a la ley”, declaró.
Además, Castro insistió en que el aumento no debe ser motivo para reducir beneficios laborales. “La estabilidad en el empleo es un derecho que debe respetarse”, añadió.
Desde el sector empresarial, Jorge Arriaza, presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), respaldó el incremento y destacó el consenso logrado. “Fue una decisión unánime y necesaria. Representa un paso importante para la clase trabajadora”, afirmó.
Según datos oficiales, la nueva medida beneficiará a más de 500,000 trabajadores, marcando uno de los principales cambios laborales del segundo semestre del año.
Analistas como el sociólogo Mauricio Rodríguez destacan que, con esta nueva alza, el salario mínimo ha registrado un aumento acumulado del 32% desde 2021, durante la gestión del presidente Nayib Bukele. Por su parte, el catedrático René Martínez considera que este tipo de medidas contribuyen a reducir la desigualdad social. “La estrategia apunta hacia una transformación económica integral que prioriza el bienestar colectivo”, afirmó.
La actualización del salario mínimo cada tres años es una disposición legal en El Salvador, y según el Ejecutivo, esta administración es la única que ha cumplido con ese mandato de forma sistemática.