Un tribunal de Guatemala reinició este viernes el juicio por genocidio contra el exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt (1982-1983), con caídas por la expulsión de dos defensores del anciano militar por denuncias planteadas contra los jueces, informaron representantes de las víctimas.
Los jueces expulsaron a los defensores Jaime Hernández y Luis Rosales, aseguró Héctor Reyes, jurista del querellante Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) a una agencia internacional.
El juicio se llevó a cabo a puerta cerrada por órdenes del Tribunal B de Mayor Riesgo, pero Ríos Montt estuvo ausente luego de presentar problemas de salud mental.
En el 2015, los abogados expulsados ordenaron internar a Ríos Montt en un hospital psiquiátrico público, afirma Reyes. Tras esto, los abogados expulsados denunciaron al Tribunal el año pasado ante la Fiscalía por abuso de autoridad y otros delitos supuestamente cometidos por los jueces.
Tras la expulsión, la defensa de Ríos Montt fue asumida por la abogada Linda Juárez.
La justicia guatemalteca retomó entonces el proceso contra el exdictador luego de que la Corte de Constitucionalidad (CC) avalara recientemente la separación del juicio especial contra el exmilitar además del debate público contra el exjefe de inteligencia militar José Rodríguez, también acusado de genocidio.
El tribunal B reinició posteriormente el juicio contra Rodríguez, donde también se revisaron planes militares que sustentan la acusación de que la población ixil fue atacada por supuestamente colaborar con los grupos insurgentes.
Entre marzo y mayo de 2016 un tribunal llevaba ambos procesos en simultáneo y 25 testigos habían rendido su declaración, pero los querellantes, temiendo que los juicios fueran invalidados, solicitaron un amparo ante una sala de apelaciones que resolvió favorablemente y que luego fue avalada por la CC.
El director de Centro Para la Acción Legal en Derechos Humano (CALDH), Juan Francisco Soto, declaró a una agencia internacional que, "las víctimas han manifestado que ellos han dicho la verdad y están dispuestos a volver a dar sus declaraciones".
Durante el inicio del juicio, un grupo de activistas levantó un altar de flores, fotografías de víctimas y ramillas de pino frente a la Corte Suprema de Justicia.
El general retirado había sido sentenciado a 80 años de prisión por genocidio el 10 de mayo de 2013, pero la CC anuló el fallo por errores procesales y ordenó repetir el juicio.
El abogado Jaime Hernández expreso que "la salud del general Efraín Ríos Montt se ha ido deteriorando cada día más. Las hernias que tiene en la columna y su movilidad es muy difícil. Ya no hay una mejoría, tiene muy pocos momentos de lucidez".
De ser encontrado culpable de genocidio, Ríos Montt no enfrentará una pena de cárcel sino el confinamiento en su residencia o un hospital, indicaron los representantes de CALDH, ya que su dictadura se considerada el período más sangriento de la guerra civil guatemalteca entre 1960-a 1996, que dejó unos 200.000 muertos y desaparecidos, según informes de la ONU.