Costa Rica frenó el primer matrimonio entre homosexuales que iba a realizarse el fin de semana con una prohibición del órgano estatal que regula la actividad de los abogados en el país y que prohibió la realización de este tipo de bodas.
Mario Arias y Roberth Castillo pretendían casarse por la vía civil al amparo de un dictamen emitido hace menos de una semana por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ordenó a todos sus Estados miembros garantizar los derechos de la población LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales).
El dictamen de la Corte IDH, emitido en respuesta a una opinión consultiva hecha por Costa Rica, incluyó el matrimonio entre parejas del mismo sexo como parte de esos derechos.
La pareja canceló la boda prevista para este sábado, luego de que el Consejo de Notariado prohibió a los abogados-notarios del país la inscripción de matrimonios entre personas del mismo sexo. Ambos dijeron que elevarán un recurso ante la Sala Constitucional en contra de la resolución del Consejo de Notariado.
El organismo advirtió que sus miembros no pueden inscribir este tipo de matrimonios hasta que no haya una reforma legislativa o un pronunciamiento de la Sala Constitucional que anulen las actuales normas vigentes en el país, que sólo permiten los matrimonios entre heterosexuales.
Iglesias se oponen
Las iglesias Católica y Evangélica firmaron un manifiesto en donde exponen su oposición al matrimonio entre parejas del mismo sexo, el aborto y la ideología de género.
En el texto fue firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo José Rafael Quirós y el presidente de la Federación Alianza Evangélica Costarricense, Jorge Gómez, el pasado 18 de enero, pero hecho público hoy.
En el documento ambos grupos religiosos reafirman "el valor absoluto de la vida humana desde su concepción" y que "la familia que se basa en el matrimonio debe encontrar el apoyo y protección del Estado. Más allá de las imposiciones internacionales".
Ambos grupos religiosos también mostraron su "preocupación" por el persistente nivel de pobreza, la creciente desigualdad social, así como los niveles de violencia, especialmente el aumento del crimen organizado y del narcotráfico.
El colectivo "Yo sí quiero un Estado laico CR" convocó a la población para salir desde el Parque Central, ubicado en el corazón de la capital, y finalizar frente a la Asamblea Legislativa. Decenas de personas marcharon para pedir un Estado laico, libre de homofobia, que respete la diversidad sexual y los derechos humanos, luego de la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) favorable al matrimonio gay.