Por Carlos Castillos
Organizaciones políticas paraguayas, de un amplio espectro ideológico, buscan caminos de entendimiento y concertación para enfrentar al conservador “Partido Colorado”, que hegemoniza la administración pública del país desde el Siglo XIX.
Este domingo 12 de junio se firmó en Paraguay un documento inicial que busca aglutinar a todos los sectores, actualmente en la oposición, con miras a las elecciones nacionales que están marcadas para el 30 de abril próximo.
Se fijaron algunas bases, entre ellas, ir a elecciones internas a padrón abierto, en diciembre, para conformar la dupla de candidatos a presidente y vicepresidente de ese país sudamericano de unos 406.000 kilómetros cuadrados y siete millones de habitantes.
El intento es impulsado por sectores liberales, socialdemócratas y de centroizquierda, pero aún se mantienen al margen, organizaciones fuertes, como el Frente Guasú (FG), que lidera el ex obispo católico y ex presidente Fernando Lugo (2008-2012).
Con una concertación similar, el Frente Guasú desplazó a los “colorados” del gobierno, en el 2008 y llevó a Lugo a la presidencia, aunque fue destituido en el 2012, mediante un juicio político por presunta mala administración, y los “colorados” recuperaron el poder hasta ahora.
La diputada Rocío Vallejo, del centrista Partido Patria Querida (PQ) comentó que “solamente todos los opositores juntos podremos mirar hacia adelante para cambiar el estado de cosas en el Paraguay” y agregó que “no es momento de egos”.
La legisladora abogó para que aquellos actores que aún están afuera se puedan unir para tener mayor fuerza y así “soñar con un país mejor”.
La senadora Esperanza Martínez, que fue ministra de Lugo y lanzó su precandidatura presidencial por el Fente Guazú, cuestionó esta concertación porque, dijo que “es muy desfavorable para los que no forman parte del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
La diputada por el socialdemócrata Partido Encuentro Nacional (PEN) y también precandidata a la presidencia Kattya González dijo que la concertación, así como hoy está concebida, es una trampa en la que todo se concentra en una “gran estructura partidaria”.
“Si queremos convertirnos en una alternativa, tenemos que pensar de manera alternativa y no entramparnos, porque la concertación, así como hoy está concebida, es una trampa para aquellos candidatos que no forman parte de la infraestructura”, apuntó.
Otro dirigente que aspira a la presidencia y, por ahora, está fuera de la concertación, es el ex canciller Euclides Acevedo, quien sin embargo es más conciliador y evaluó como muy positivo el esfuerzo para aglutinar fuerzas opositoras.
Sostuvo que es candidato para intentar sumar y no para dividir. “Es un acuerdo político importante. Tenemos que lograr alianzas fuertes. Esto todavía merece una gran discusión. Se trata de gobernar a un país”, afirmó.
DIFERENCIAS ENTRE ALIANZA Y CONCERTACION EN PARAGUAY
La Alianza es un instrumento institucional que ya figuraba en el Código Electoral que es la Ley 834 de Paraguay. Requiere que previamente a la realización de la elección ya estén acordados los cargos que le corresponden a cada uno de los partidos políticos que participan de la alianza, y solo puede estar integrada por partidos, no se permite a los movimientos políticos como participantes. La alianza se disuelve por ley una vez culminadas las elecciones.
La Concertación fue creada con posterioridad al año 1996 y está incluida en una ley especial y tiene vigencia posterior a la finalización de las elecciones.
La Concertación en marcha actualmente en Paraguay tiene tiempo hasta el próximo 27 de junio para presentar el proyecto electoral y las precandidaturas ante el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), y ser habilitado para participar de las elecciones nacionales del 2023.
Foto: Tribunal Supremo de Justicia Electoral (TSJE) Cortesía
