Comunidades y organizaciones ambientalistas y sociales de El Salvador y Nicaragua desarrollaron una gira en Honduras en las zonas afectadas por la minería metálica. La actividad se dio de forma paralela mientras que en la ciudad de Tegucigalpa tuvo lugar el III Congreso Internacional de Minería, un espacio patrocinado por el gobierno hondureño durante la última semana de julio.
El cónclave minero se llevó a cabo en un prestigioso hotel de la capital hondureña a puerta cerrada. Sin embargo, esto no detuvo a un grupo de manifestantes que se hicieron presentes para protestar contra este encuentro de empresarios mineros extranjeros, denunció Bertha Isabel Cáceres, hija de la activista asesinada Bertha Cáceres.
“Estas actividades de protesta son en el marco del cónclave minero que se realiza en Honduras, donde se reúnen empresarios de todas partes del mundo para negociar los bienes (naturales) que están en el subsuelo, que muchos están ubicados en pueblos indígenas. Nosotros estamos rechazando estos actos porque solo benefician a los ricos de siempre que generan toda la destrucción y perjuicios a las comunidades que viven los impactos sociales, ambientales y la desigualdad”, manifestó Cáceres.
Durante el plantón, los manifestantes repudiaron con gritos la reunión de empresarios. Entre las consignas que se escuchaban con fuerza eran: “¡Ahí están, esos son, los que saquean la nación!”, y pedían salir a los empresarios del país: “¡Mineros, basura, fuera de Honduras!”
Las protestas sociales contra el encuentro de empresarios mineros contó con el apoyo de una delegación de comunidades y organizaciones ambientalistas de El Salvador y Nicaragua como parte de un esfuerzo de la consolidación de la Alianza Centroamericana frente a la Minería, destacaron Bernardo Belloso, presidente de la Asociación para el Desarrollo de El Salvador (CRIPDES), y Pedro Landa del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de Honduras.
“Las organizaciones sociales y ambientales hondureñas han convocado y nos han pedido a las diferentes organizaciones centroamericanas para que participemos en estas actividades paralelas a este cónclave. En el cual todas y todos nos hemos hecho presente en Honduras para denunciar esos hechos de violación a los derechos humanos que desarrollan estas empresas, así como la destrucción de los bienes naturales y la criminalización contra las poblaciones y comunidades originarias que están siendo reprimidas”, concluyó Belloso.
“Señalar las tendencias que existen en toda la región (centroamericana) de entregar el territorio, de criminalizar a los defensores y defensoras del medio ambiente, maquillar la realidad que está sucediendo en cada uno de los países, la problemática de criminalización y despojo en Nicaragua y Honduras son similares, señaló Landa.
En la gira los movimientos sociales de la región Centroamericana, ambientalistas, defensores de derechos humanos, colectivos de mujeres y pueblos indígenas tuvieron la oportunidad de analizar e intercambiar experiencias sobre la profundización del modelo extractivista neoliberal que fomenta el deterioro de los bienes comunes y el incremento a la violación de derechos humanos en la región. Esto durante tres foros realizados en los pueblos de Tocoa, en el departamento de Colón, La Esperanza, en el departamento de Intibucá y en la ciudad de Choluteca en Honduras cerca de la frontera con El Salvador.