Por: Rubén Aguilar Valenzuela.
De las diez ciudades más violentas del mundo nueve están en México, de acuerdo al Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal en su informe Ranking 2022 de las 50 ciudades más violentas del mundo que dio a conocer el pasado lunes.
Esta realidad evidencia que la política de seguridad que implementa el gobierno federal y una buena parte de los estados y municipios no está dando buenos resultados y urge cambiarla.
Para tener un referente y ubicar el nivel del problema de inseguridad en el país mencionar que a nivel mundial la tasa de homicidios por 100 000 habitantes es de 6.1, en América de 17.2 y en México de 28.0 en 2022.
En 2022, las diez ciudades más violentas son: Colima, 552 asesinatos y 181.94 homicidios por 100 000 habitantes; Zamora, 552 asesinatos y 177.73 homicidios por 100 000 habitantes.
Le siguen Ciudad Obregón, 454 asesinatos y 138.62 homicidios por 100 000 habitantes; Zacatecas, 490 asesinatos y 134.63 homicidios por 100 000 habitantes; Tijuana, 2 177 asesinatos y 105.12 homicidios por 100 000 habitantes.
Luego vienen Celaya, 740 homicidios y 99.64 homicidios por 100 000 habitantes; Uruapan, 282 homicidios y 78.26; Nueva Orleans, Estados Unidos, 266 homicidios y 70.56 homicidios por 100 000 habitantes.
Y finalmente Ciudad Juárez, 1 034 homicidios y 67.09 homicidios dolosos por 100 000 habitantes y Acapulco, 513 homicidios y 65.55 homicidios dolosos por 100 000 habitantes.
Entre las diez ciudades más violentas del mundo podrían ubicarse cuatro de Venezuela, pero no existe “información mínimamente confiable” y la opacidad con la que el gobierno maneja los datos hace imposible tener certeza de lo que ocurre.
En la lista de las 50 ciudades más violentas, con más de 300 000 habitantes, se ubican 17 mexicanas; 10 de Brasil; 7 de Estados Unidos; 6 de Colombia; 4 de Sudáfrica; 2 de Honduras y con una están Puerto Rico, Haití, Ecuador y Jamaica.
Están ahí los datos duros que deben ser tomados en cuenta por las autoridades de los tres niveles de gobierno si se quiere que el número de homicidios baje y la tasa por 100 000 habitantes disminuya.
En los últimos seis años una ciudad mexicana ha sido la que se ubica como la más violenta en el mundo, y si no se cambia la estrategia de seguridad, al terminar 2023 los resultados serán los mismos o incluso peores.