El Departamento de Transporte de los Estados Unidos (DOT) ha dado pasos importantes para simplificar el marco legal vinculado a los vehículos autónomos. La administración de Donald Trump publicó una iniciativa de política detallada que describe los pasos que tomará para dar a las compañías automotrices y tecnológicas más libertad para desarrollar, probar y, finalmente, comercializar sus productos.
En un documento de 80 páginas, la secretaria de Transporte, Elaine Chao, reconoció los pros y los contras de los vehículos conducidos por robots. Por un lado, pueden ser más seguros, hacer que la vida sea más productiva y relajada para millones de personas que diariamente deben trasladarse al interior del país. Por otro, su adopción requiere asumir nuevos riesgos, que pueden llegar a ser fatales.
Manteniéndose neutro respecto de la tecnología, el Departamento de Transporte (DOT) se limitó a comprometerse con impulsar políticas flexibles que prioricen la seguridad. En ese sentido, se planteó fomentar la competencia en lugar de crear un monopolio, al otorgar a ciertas compañías una ventaja en este rubro, que es altamente lucrativo. Sin embargo, aún no ha descrito los cambios que hará.