Teherán lanzó una ofensiva con “cientos de misiles balísticos” contra territorio israelí, en represalia por los bombardeos realizados horas antes por Israel contra infraestructuras militares y nucleares iraníes, informaron fuentes oficiales de ambos países.
Las Fuerzas Armadas israelíes señalaron que el territorio nacional se encuentra “bajo fuego” tras el ataque iraní, que fue descrito por el gobierno de Irán como el inicio de una “respuesta aplastante”. De acuerdo con un portavoz de la policía israelí, algunos de los proyectiles impactaron en zonas de Tel Aviv, sin que hasta el momento se reporten víctimas.
La acción iraní se produce luego de una operación militar israelí de gran escala llevada a cabo la madrugada del viernes, denominada “León Naciente”, dirigida a destruir capacidades nucleares y desarticular el mando militar iraní. Según informó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, los objetivos incluyeron la planta de enriquecimiento de Natanz, el programa de misiles balísticos y científicos vinculados al desarrollo nuclear de Teherán. Además, trascendió que en el ataque murieron altos mandos de las Fuerzas Armadas iraníes.
El ataque israelí se efectuó sin el apoyo de Washington, al menos así lo aclaró el gobierno estadounidense, asegurando que la operación fue emprendida de manera independiente por Israel y que Estados Unidos “no estuvo involucrado”, según declaraciones de funcionarios de la administración Trump.
El intercambio de ataques incrementa la tensión en Medio Oriente, marcando una nueva fase en el prolongado conflicto entre ambos países.