Honduras comenzará a recibir a los migrantes solicitantes de asilo en EE.UU. a finales de enero, informó la cancillería de este empobrecido país centroamericano, sumido en la corrupción y narcotráfico.
La llegada masiva de miles de migrantes a Honduras hace parte del acuerdo de asilo firmado entre los gobiernos de EE. UU. y Honduras. Los solicitantes de asilo podrían esperar en Honduras entre uno y tres años, mientras dure su proceso migratorio y la nación del norte les de respuesta a su petición.
Se espera que en los grupos que lleguen a territorio hondureño haya cubanos y haitianos, aunque predominarán los ciudadanos de México, El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Brasil, según el canciller Lisandro Rosales.
La semana pasada el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Chad F. Wolf, subrayó durante una visita a Tegucigalpa que se prevé adoptar varias fases para que el sistema de asilo de Honduras no quede rebasado.
Sin embargo, experto en migración señalan que Honduras no está listo para recibir a solicitantes de asilo extranjeros, a quienes debe brindarles oportunidades de salud, seguridad, educación y empleo para que tengan una estancia digna, según se comprometió el gobierno de Hernández.
Los migrantes, que se encuentran en la frontera sur de Estados Unidos, llegarían a Honduras para realizar y esperar la resolución a su solicitud de asilo en ese país.
“La implementación y la reglamentación es justamente lo que se logró trabajar con los equipos técnicos y para lo que estuvo presente el secretario interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Chad F. Wolf”, detalló Rosales.
Wolf se reunió el jueves pasado con el gobernante hondureño, Juan Hernández, para finalizar el acuerdo y comenzar a implementarlo.
“Para crear una capacidad de asilo en Honduras de manera tersa y eficiente, planeamos implementar en fases, lo que nos permitiría extender el programa gradualmente mientras trabajamos en las circunstancias operacionales y dudas a menor escala, asegurándonos de que el sistema de asilo de Honduras no quede rebasado”, dijo Wolf en una comparecencia ante medios de comunicación en Tegucigalpa.
El gobierno estadounidense comenzó a firmar acuerdos bilaterales en materia de migración desde julio del año pasado con los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador). Estos acuerdos le permiten a EE. UU. enviar a solicitantes de asilo de terceros países.
Los países del Triángulo Norte registran altas tasas de criminalidad y violencia en el continente americano y son los mayores impulsores de migrantes hacia los Estados Unidos, siendo Honduras el que repunta en las estadísticas. En medios de comunicación y en las redes sociales ha trascendido que el 15 de enero sale una nueva caravana de migrantes hondureños hacia los EE. UU.
Tan sólo el año pasado, Honduras recibió a 109 mil 185 de sus ciudadanos que fueron deportados por Estados Unidos, según datos del gobierno, por lo que expertos en temas migratorios y defensores de derechos humanos sostienen que este país no está preparado para recibir a solicitantes de asilo.
Un informe de 2018 de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ubicó a Honduras entre los diez países con mayores solicitudes de asilo a nivel global, ocupando el puesto número ocho en esa tendencia.