La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, prometieron este viernes tras su segunda cita virtual cooperar para resolver los problemas de raíz que llevan a los centroamericanos a migrar hacia el norte, un tema muy sensible para el gobierno de Joe Biden.
Harris conversó con López Obrador en vísperas de su primer desplazamiento internacional durante el cual visitará México y Guatemala, el 7 y 8 de junio.
Tras la reunión la vicepresidenta dijo en un comunicado que ambos “acordaron trabajar conjuntamente para establecer una asociación estratégica para hacer frente a las causas de raíz de la migración desde los países del Triángulo Norte”, en alusión a Honduras, Guatemala y El Salvador.
Por su parte, López Obrador destacó que la conversación transcurrió en “términos amistosos” e indicó que se comprometieron a “trabajar juntos para buscar medidas eficaces, humanas y justas al fenómeno migratorio”.
Al inicio de la reunión, Harris reconoció ante los periodistas en la Casa Blanca que Estados Unidos y México comparten una “historia compleja” y que cree que han trabajado para “construir una alianza productiva”.
“Hoy esta alianza no podría ser más importante. Nuestras naciones enfrentan desafíos serios, la covid-19 es uno de los más evidentes”, afirmó la vicepresidenta, que además citó el aumento del flujo de migrantes que llegan a la frontera común.
López Obrador también se refirió al pasado complejo de las relaciones entre ambos y recordó que cuando “no eran del todo buenas” al inicio del siglo XX, se le atribuye al dictador Porfirio Díaz una frase que reza: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
Entonces Harris estalló en una carcajada y López Obrador afirmó que ahora “son mucho mejores las relaciones”, en tanto agregó que ahora se podría decir: “Bendito México, tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”, provocando nuevamente la risa de su interlocutora.
Más temprano, durante su conferencia de prensa diaria, el mandatario mexicano señaló que “no ha cambiado” la relación entre ambos países después de que el republicano de Donald Trump entregara el mando a Biden.
“Con el presidente Trump llevamos una muy buena relación y lo mismo ahora con el presidente Biden”, indicó.
Biden, cuyo gobierno enfrenta un alza de las detenciones de indocumentados en la frontera con México que en marzo tocó un máximo en 15 años de 172.000, puso a Harris a cargo de este espinoso asunto.
Un alto funcionario estadounidense advirtió esta semana que los “flujos siguen siendo altos”, en víspera de la publicación de los datos de abril.
La vicemandataria señaló que es “de interés mutuo de nuestros países entregar un alivio inmediato a los países del Triángulo Norte y para hacer frente a las causas de raíz que provocan la migración”.
Subrayó la importancia de trabajar el tema migratorio en forma bilateral y multilateral para tener un enfoque que apunte a las instituciones multilaterales.
Por su parte, López Obrador destacó la necesidad de entendimiento mutuo y evitar disputas.
“Estamos de acuerdo con respecto a las políticas que ustedes están tomando en materia de inmigración y vamos a ayudar, eso todo lo que puedo decir por ahora. Ustedes pueden contar con nosotros”, agregó el mandatario mexicano.
Durante su conferencia de prensa matinal, López Obrador indicó que el objetivo es “ordenar la migración, darle causa”.
“Va a haber cooperación siempre”, prometió.