El ministro de Hacienda, Jerson Posada Molina, entregó este lunes a la Asamblea Legislativa el proyecto de presupuesto general del Estado para 2025, con un monto de $9,663 millones. Esta cifra representa una reducción de $970 millones respecto al estimado de cierre de 2024, según detalló el funcionario.
Un presupuesto ajustado a ingresos
Posada Molina destacó que el presupuesto propuesto “incluye la totalidad de gastos para el próximo ejercicio fiscal sin necesidad de financiamiento adicional”, asegurando que se cubrirá con ingresos corrientes estimados, sin recurrir a deuda para gasto corriente. Este enfoque implica que a partir de 2025, el país “no gastará más de lo que recauda anualmente”, enfatizó el titular de Hacienda.
Crecimiento en ingresos tributarios
El proyecto prevé ingresos tributarios por $7,677.6 millones, lo que supone un incremento de $747 millones en comparación con 2024, equivalente a un crecimiento del 5.6 %. El ministro atribuyó este aumento a factores como el crecimiento económico, la mejora en la seguridad pública, el auge de la construcción, el turismo, y medidas como la facturación electrónica y el combate a la evasión fiscal y contrabando.
Prioridades de inversión: educación, salud y seguridad
El presupuesto destina un total de $3,609.6 millones a los sectores de Educación, Salud, Seguridad y Defensa, equivalentes al 37.4 % del presupuesto total. La distribución es la siguiente:
- Educación: $1,535.8 millones
- Salud: $1,170.4 millones
- Seguridad y Defensa: $903.4 millones
Además, el proyecto mantiene los programas sociales, destinando $217.4 millones a subsidios de gas, transporte y energía eléctrica, así como $192 millones para apoyo a veteranos y paquetes para agricultores.
Congelación de plazas y escalafones
Entre las medidas del nuevo presupuesto, se suspende la creación de nuevas plazas y se prohíben los aumentos salariales en las instituciones públicas, lo que incluye el congelamiento de los escalafones en los sectores de salud y educación. El ministro concluyó señalando que, aunque las brechas no financiadas han disminuido, estas proyecciones no toman en cuenta posibles reformas presupuestarias o emisiones de deuda que puedan surgir durante el ejercicio fiscal.