El Gobierno alemán insistió este miércoles en que la posible entrega del expresidente de Cataluña Carles Puigdemont por parte de Alemania a las autoridades españolas es una decisión puramente judicial, en la que no se contempla la intervención de los poderes políticos ni del Ejecutivo de la canciller Angela Merkel.
"Se trata de una de una decisión judicial. El Tribunal Regional Superior de Schleswig-Holstein debe decidir ahora en primer lugar sobre la prisión preventiva a la espera de la extradición y en un segundo lugar sobre la entrega", declaró el portavoz del ministerio de Justicia, Maximilian Kall, durante una comparecencia rutinaria ante la prensa celebrada en Berlín.
"En este caso es posible acudir al Tribunal Constitucional (alemán) pero es una decisión judicial, así lo ve el derecho europeo, que contempla una decisión judicial", agregó, redundando en la idea de que el Gobierno de Angela Merkel se mantendrá al margen de todo el proceso.
Desde Berlín rechazaron además contestar a la pregunta de si en los últimos días la canciller había mantenido contacto con el Ejecutivo español de Mariano Rajoy y se limitaron a repetir el mensaje en el que vienen insistiendo desde hace meses.
"Es un conflicto que se debe solucionar en base al derecho y a la Constitución española. Por eso en los últimos meses siempre hemos apoyado la posición del Gobierno español que garantiza este derecho y orden constitucional", dijo por su parte la viceportavoz del Gobierno alemán, Ulrike Demmer.
Carles Puigdemont espera entre rejas la decisión de un Tribunal Regional del norte de Alemania que deberá dictaminar si autoriza su entrega a la justicia española en virtud de la euroorden de detención emitida por el Tribunal Supremo de Madrid, que acusa al político catalán de haber cometido los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos.
El ex jefe del Gobierno de Cataluña, destituido en octubre por Madrid a raíz de la escalada de su proceso independentista, fue detenido hace poco más de una semana en un área de servicio del norte de Alemania cuando regresaba de Finlandia a Bélgica, el país en el que residía desde hace cinco meses tras abandonar España.