Por Alessia Genoves
$15.50 dólares es el precio máximo del Gas Licuado del Petróleo (GLP). El Ministerio de Hacienda define éste valor en la oferta a la venta del cilindro de 35 libras; un valor que representa una variación de $3.87 dólares menos respecto a los $19.37 dólares del último trimestre del año 2021. En la misma tendencia, el consumo general de productos energéticos está a la baja, ya que éste sólo registró un gasto de $5,1 millones de dólares en 2022, lo que representa una contracción del 52% respecto a los $10,5 millones de dólares consumidos en 2021.
Los precios en el GLP han permanecido fijos, desde el año 2022; y su última fecha de estabilización se mantiene hasta el 31 de mayo de 2023. Sin embargo, desde inicios del mes de enero, los precios en el mercado eran aún superiores hasta el tercer y cuarto trimestre, cuando la Asamblea Legislativa aprobó la Ley Transitoria para la Estabilización de Precios de Gas Licuado de Petróleo. El espíritu del decreto N.º 168, en referencia, es el de “contribuir a que la variabilidad de los precios esté bien, ocasionada en los mercados internacionales, no afecte negativamente a la familia y agentes económicos que consumen éste producto” (art. 1, inc. 2).
Entretanto, los fondos designados en la cobertura de subsidios al GLP los define ahora el Ministerio de Hacienda. Entretanto, el Ministerio de Economía (Minec) focaliza la emisión de subsidios en al menos 20 casos distintos, para proporcionar una cobertura sobre aquellos hogares que han llegado a tener un consumo de energía eléctrica menor a los 200 kilovatios por hora, desde los últimos 12 meses. El Manual de Procesos y Procedimientos de Atención al Beneficiario de Subsidio al GLP también proporciona ésta cobertura en la facturación de los consumidores que reporten problemas médicos; y hasta sobre las instituciones educativas con cuenten con un presupuesto de Plan de Alimentos.
Gas Licuado y Subsidio más baratos
$15.50 dólares es el precio máximo del GLP. El Ministerio de Hacienda asocia éste valor a la venta en cilindro 35 libras de gas. ContraPunto observa que las ofertas en la fijación nacional de precios no varía desde el segundo semestre del año 2022, fecha en la que se observó un decrecimiento en su valor, por hasta $3.87 dólares, respecto a los $19.37 que se establecían a inicios del tercer trimestre del año 2021.
$11.13 dólares también se establecen en el control de precios para las ofertas de aquellos cilindros que contienen 25 libras de GPL. Ésta fijación es la misma que se establece hasta el mes de julio del año 2022; y es inferior, incluso a los $11.33 dólares que definían su oferta, para el mes de enero del año 2020. Esto quiere decir que, con diferencia a la oferta de 35 lbs, la de 25 lbs apenas ha reducido su precio en un 1.7%.
También se observa una reducción en las ofertas de GPL, para aquellos cilindros que contienen hasta 20 libras de GPL. El valor establecido es, desde el mes de julio del año 2022, de $8.98 dólares; lo cual constituye una reducción en su oferta de hasta el 19%, respecto de los $11.19 que se ofrecían hasta 2021.
En última instancia, el barril de 10 libras de GPL está fijado en un precio de $4.61 dólares, desde el mes de julio del año 2022. Ello implica una reducción en su valor de hasta el 19.4%, ya que en las fechas posteriores al mes de octubre del año 2021, su precio era de $6.72 dólares.
Para fijar el consumo regular del producto, la Defensoría del Consumidor ha girado inspecciones con personal especializados, en los centros oficiales de distribución. En opinión del titular de la institución, los operativos buscan “proteger el bolsillo de la familia salvadoreña”:
Más consumo de energía
ContraPunto observa que, pese a la estabilización fijada por el gobierno sobre los precios del GPL. También existe un incremento en el consumo de productos y servicios de suministro energético. La tendencia se observa desde la fecha del 1 de julio del año 2021. Hasta entonces, la Balanza Comercial de Bienes y Servicios del Banco Central de Reserva (BCR) registraba un gasto de $10.56 millones de dólares; mientras que la producción y exportación de los mismos insumos representaba sólo $0.12 millones de dólares al PIB.
BCR constata que el consumo tiene un ritmo decreciente. De hecho, para el cuarto trimestre del año 2021, el gasto llegó a los $10.56 millones de dólares; mientras que para inicios del primer trimestre del año 2022, el gasto subió a los $13.15 millones de dólares. Ya, para el que en el segundo trimestre, el gasto era de al menos $6,08 millones de dólares; mientras que para el tercer trimestre de ese año, el gasto se ha contraído a los $5,1 millones de dólares; lo que implica una disminución del 52.56%.
En el caso de las exportaciones de productos energéticos, entre los que se enumera el GLP, ContraPunto identifica un incremento en el último año. Como se ha mencionado, hasta el cuarto trimestre de 2021, el aporte a la riqueza nacional en las exportaciones era de $0.12 millones de dólares. Ésta cantidad no incrementaría sino hasta mediados del segundo semestre del año 2022, cuando los aportes eran de $5,02 millones de dólares; y su repunte más notable se observó hasta el mes de agosto, con un aporte de $11,86 millones de dólares. Sin embargo, hasta el mes de diciembre, la producción ha decaído a los $2,83 millones de dólares en aporte al PIB.
Hay que tomar en cuenta que a partir del mes de marzo de 2021, el gobierno salvadoreño estableció políticas sanitarias para la contención del virus del Covid19. Éstas políticas implicaban la apertura de un Régimen de Excepción de Garantías Constitucionales que limitaban, entre otras cosas, el derecho de agrupación y la libertad de circulación, amén de reducir las posibilidades de contagio. Sin embargo, comenzaron a deponerse a partir del cuarto trimestre del año 2020, cuando el gobierno decretó las primeras política de reapertura gradual para las actividades económicas.
Es decir, que el consumo de energéticos se redujo en la industria, y en zonas de trabajo. ConstraPunto concluye que ha existido un incremento en el consumo de éste rubro, a partir de la apertura gradual de las actividades económicas, un ritmo que ha registrado una baja del 52% hasta la fecha.