El futuro presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anunció este lunes que abandonará el llamado “Mecanismo de Montevideo”, un movimiento impulsado por su país y México para buscar una salida pacífica a la situación en Venezuela.
Durante una rueda de prensa que ofreció en la capital uruguaya, tras reunirse con el presidente en funciones, Tabaré Vázquez, Lacalle Pou dijo que no le convence la "afinidad ideológica" de ese grupo.
“No estamos de acuerdo en seguir generando estrados internacionales”, completó Lacalle Pou, quien asumirá el cargo el 1 de marzo y ya había anticipado que será muy crítico con el gobierno de Venezuela.
“A las dictaduras hay que llamarlas por su nombre” dijo estos días en uno de los actos de festejo tras ganar la segunda vuelta electoral del 24 de noviembre.
Hasta ahora Uruguay ha optado por reclamar diálogo y negociación entre las partes enfrentadas en Venezuela y se negó sistemáticamente a condenar al gobierno de Nicolás Maduro, aunque algunas veces criticó hechos puntuales, como por ejemplo, las demoras en la liquidación de deudas contraídas por ese país.
El nuevo gobierno de Uruguay tiene afinidad con Jair Bolsonaro, de Brasil, Sebastián Piñera de Chile y con el saliente Mauricio Macri de Argentina, aunque no se prevén conflictos con Alberto Fernández, el nuevo presidente que asumirá en diciembre en el vecino del Plata en lugar de Macri.
Respecto de temas locales, el futuro presidente reiteró: “Lo que está bien hecho lo vamos a mantener, lo que está mal hecho lo vamos a cambiar y vamos a tratar de hacer lo que nunca se hizo”.
Con la reunión entre Vázquez y Lacalle Pou se inició hoy, formalmente, el proceso de transición desde un gobierno progresista a uno conservador, que iniciará un nuevo período de administración del país el 1 de marzo.
Tabaré Vázquez presentó a Lacalle Pou el equipo de asesores que entregará el gobierno e inmediatamente comenzaron las tareas que se venía preparando desde hace por lo menos un mes.
No se espera ningún contratiempo ya que los políticos uruguayos insisten en la solidez del sistema democrático que permite un cambio de gobierno, de diferentes signos ideológicos, pero sin traumas.
Con Tabaré Vázquez se cierra un ciclo progresista de 15 años, ya que la coalición que encabeza, el Frente Amplio (FA), gobernó ininterrumpidamente desde el 2005, con dos períodos de Vázquez y uno del ex guerrillero “Tupamaro” José Mujica.
La oposición conservadora, encabezada por Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN) y una alianza multicolor con otros cuatro partidos, ha hecho un diagnóstico del país y considera que hay muchas cosas para arreglar.
Entre las cosas que los conservadores le cuestionan al FA está un déficit fiscal que ronda el 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que para el gobierno entrante es “preocupante” y para el ciudadano común implicaría un ajuste cuyo alcance no está claro.
Se teme la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y una reforma del Estado que implique también la reducción de personal o reasignación de recursos que, del campo social podrían pasar a otros terrenos, tampoco claramente definidos por el nuevo gobierno.
Lacalle Pou tiene preparada una llamada “Ley de urgente consideración” que se ha mantenido en reserva durante las últimas semanas y que incluiría las medidas más urgentes a adoptar.
El nuevo presidente de Uruguay aún no confirmó la lista de sus futuros ministros aunque circulan muchas especulaciones al respecto.
Política exterior, seguridad, educación y medio ambiente parecen ser algunas de las prioridades a atacar inmediatamente, pero nada estará claro hasta por lo menos el 1 de marzo, cuando se ponga en marcha la nueva administración.
El calendario electoral uruguayo marca ahora para el mes de mayo las elecciones municipales en las cuales se elegirán los intendentes (gobernadores) de los 19 departamentos en que se divide el país.
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Web de la presidencia de Uruguay:
https://www.presidencia.gub.
web oficial de Lacalle Pou:
