Una investigación realizada por la Universidad Internacional de La Florida, Estados Unidos, revela que la mayoría de jóvenes salvadoreños que decidieron integrarse a una pandilla lo hicieron como búsqueda de un grupo que los apoyara, debido a problemas y conflictos en sus hogares.
“La relación de autoconfianza y respeto con los compañeros y amigos son algunas de las características de la vida pandillera que siguen siendo atractiva para los jóvenes que deciden unirse a las pandillas en El Salvador”, dicta el estudio.
Los lazos de amistad, el acceso a dinero y otros recursos como armas, drogas y mujeres, el respeto, libertad, protección contra amenazas y autoestima, serían otros beneficios que atraen a los jóvenes a integrar una estructura pandilleril en el país, afirma la investigación de la Universidad.
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“La precepción sobre los beneficios obtenidos por ser parte de una organización pandillera varía en cierta medida dependiendo de la edad, de su estado de pertenencia a la pandilla y de su posición dentro de la estructura”, explica el documento.
En El Salvador, de acuerdo a datos oficiales, se estima que existen más de 30 mil pandilleros en libertad y otros 14 mil más recluidos en prisiones, los cuales son los principales responsables de cometer la mayoría de delitos que suceden en el país.
Aunado al informe de la casa de estudios superiores, el Observatorio Centroamericano sobre Pandillas en Centroamérica reveló anteriormente que la baja autoestima en los jóvenes y el proceder de familias en extrema pobreza son altos factores de riesgo.
“Los jóvenes buscan en la pandilla la seguridad, la autoridad y los nexos de cercanía que probablemente no encuentran en su casa y a medida que aumenta su edad, lo hace también su involucramiento y actividad dentro de la misma”, explica el Observatorio.
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El Salvador es uno de los países más violentos del mundo. El costo de la violencia equivale a aproximadamente a $394.3 millones de dólares; es decir, dos veces la factura petrolera del país, 97% de la recaudación de impuestos y 97% del total de remesas que recibe el país en un año, según datos de la Red de Investigadores del Banco Central (REDIBACEN).
Asimismo, en el 2006, el importe por violencia en El Salvador rondaba el 10.8% del PIB; para el 2013, según el Instituto de Economía y Paz, el país alcanzaba el 14.5%.