El Acuerdo de Paz de Chapultepec, México 1992, entre Gobierno de la Republica y la guerrilla, cumple la misión política: de terminar la guerra interna, dar espacio a la práctica pluralista en la Democracia alternante por medio de los partidos, institucionalidad a prueba de 1989 al 2019.
El Gobierno de ARENA, 1991-2009, impone la apertura comercial internacional, desmantela el aparato industrial, divide a la empresa, margina a los pequeños. E Impone un modelo consumista que depende de la remesa externa, le quita ingreso de divisa al Estado, privatiza sus empresas rentables e inicia el declive de la inversión del estado y los privados.
El Gobierno del FMLN, 2009-2019 no acepta el pluralismo, rechaza la conciliación de posguerra. Rechaza todo tipo de alianza, pacto, acuerdo con la gran, mediana empresa; desecha iniciativa privadas de gran inversión en la zona costera. Ataca a las gremiales empresariales, no se necesita de la empresa privada. Intenta asaltar la Corte Suprema de Justicia independiente.
Predomina la idea mesiánica, el partido único dirige el Gobierno y la apuesta a que la salvación al país es el fondo de divisa petrolera de Venezuela, que irradiaría la economía sectorial. Pero este fondo financiero e malversado, obliga a intervención de la empresa ALBA por PDVS, para que paguen la deuda, se calcula en 900 millones de dólares, pero sin compromiso del Estado Salvadoreño.
Las condiciones económicas deterioran el bienestar social delas capas medias urbanas que son una fuerza electoral básica. Aumenta la inseguridad ciudadana en los barrios de alta concentración de la población. La política opta por el exterminio de las maras asociales, pero sus familias juegan un rol político. Los de arriba, partidos, el Ejecutivo protege a los corruptos. Se niega el relevo generacional en la vida partidaria. Se abandona el circulo virtuoso de la ética, la cultura, el arte.
El bipartidismo: ARENA-FMLN prefieren la pelea por el reparto del poder por el poder, sin ideas fuerza para el desarrollo económico social y bienestar.
Los ciudadanos observan estas confrontaciones extremistas, en la pugna de bipartidismo ARENA- FMLN., logran impedir legalizar el Partido Nuevas ideas
Así el discurso anti sistema de esta institucionalidad funciona como síntesis dialéctica. Los partidos pierden su electoral, emerge un movimiento político con su líder Nayib. El vacío lo llena el Movimiento Nuevas ideas, gana la Presidencia. Ocupa un Partido legal GANA. Obliga el uso del caballo de Troya. Así el líder del bipartidismo teje su propia soga al cuello y quedan colgados por sus vivezas y no ven que entra a la democracia alternante un movimiento social y político.
Los retos para el Gobierno de Nayib
El resultado electoral crea una situación emergente, nunca experimentada en la historia política social. Cada reto tiene sus nudos gordianos.
El reto económico en 5 años es consolidar un Gobierno con capacidad de interlocución con los empresarios, superar la máscara anti-empresarial con un acuerdo Gobierno-empresa privada.
La incompetencia del GOES para gestión de proyectos y fondos focalizadas, es optimizar la capacidad de ejecutarlo. Para generar confianza, fomentar la producción nacional, la inversión, un fondo de inversión, la garantía jurídica. Plantear a los empresarios ir más allá de la responsabilidad social empresarial RSE.
Alcanzar los mínimos logros de bienestar, fortalecer el sector industrial, superar la camisa de fuerza del mercado rentista y especulador que frena a las micro y pequeñas empresas.
Otro reto es disminuir la deuda externa que aumenta cada año sus intereses, solo para sostener el Presupuesto de la Nación, proseguir con programas sociales de alivio a la pobreza que se hereda del Banco Mundial.
El reto más complicado es corregir la desviación del rumbo nacional sin Política de Estado, sin políticas sectoriales territoriales focalizadas.
La gobernabilidad sostenible con la a Asamblea Legislativa, donde no tiene diputados puede abrir el camino para la unidad nacional. En este contexto se puede consensar una política fiscal, la seguridad ciudadana, la educación, la salud.
Otro nudo gordiano es la diplomacia que debe buscar equilibrios, diplomacia activa, versátil. Ejemplo, desmontar el alineamiento político económico a Venezuela. La defensa de las democracias alternante en América Latina, ahora en Nicaragua.
El tratamiento al acuerdo con la República Popular China tiene que explicarse ante los poderes del Estado. Costa Rica, Panamá tiene diplomacia de neutralidad y firman un Tratado con China Popular, tienen soberanía, no atacan a EE. UU, ni afirma que no depende de EEUU, cuando tiene intercambio comercial. Este es un reto crear la nueva diplomacia de neutralidad, siendo Estados Unidos socio estratégico, como México, Colombia, Venezuela en democracia alternante.
La diplomacia para la gestión, empalma en la coordinación y canalización de la cooperación internacional, proyectos que se desechan, archivan por negligencia e incapacidad.