En la más reciente evaluación del desempeño del Estado salvadoreño en el marco de la pandemia del Covid-19, lanzada por la Universidad Francisco Gavidia (UFG), el presidente Nayib Bukele recibió una nota de 8 .7 (en una relación de 10-1), mientras que la Asamblea Legislativa, dominada por la oposición política, obtuvo una nota de 3.9.
Esta evaluación se da en medio de fuertes tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo, por sus acciones por dominar el ámbito político actual, pese a las condiciones difíciles de la emergencia que vive el mundo.
La encuesta de la UFG fue lanzada entre el 23 y el 27 de abril, por medio de 1.222 entrevistas y con una confiabilidad de más del 95 por ciento.
Ante la pregunta de su las acciones presidenciales están preparando al país para enfrentar la pandemia, en 89.9 por ciento considera que el país esta muy bien y bien preparado, mientras un 9 por ciento cree lo contrario.
Al medir los niveles de confianza en las autoridades para el manejo de la actual crisis, el 49.35, dijo tener mucha confianza; el 41.14 algo de confianza y el 8.81 dicen no tener ninguna confianza.
Los niveles de popularidad en casi todas las encuestas anteriores, de esta y otras casas, se han mantenido muy favorables a Bukele, pese a que la oposición, organizaciones de derechos humanos, nacionales e internacionales, ha criticado su forma "dictatorial, autocrática y arbitraria" de enfrentar la pandemia, por ejemplo, el confinamiento domiciliar y las retenciones en albergues improvisados a personas que violen la "cuarentena" establecida desde mediados de marzo pasado.
Muchos salvadoreños que han sido detenidos, por policías y militares, y enviados a centros de contención, se han visto obligados a solicitar recursos de Habeas Corpus ante la Sala de lo Constitucional, misma que ha admitido las gestiones y ha criticado la actitud del gobierno, pero éste ha hecho caso omiso al órgano de justicia, lo que le ha acarreado señalamientos internacionales.
No obstante a ello, el 79.9 por ciento está de acuerdo con las medidas de confinamiento del mandatario; el 17.1 por ciento dice que más o menos porque necesita trabajar y apenas, el 2.8 está en contra.
El 99.5 por ciento dice que ninguno de sus familiares ha sido infestado por el virus.
En El Salvador, pese a su endeble sistema de salud, pobreza e inseguridad, han fallecido 8 pacientes, mientras 395 han sido confirmados con positivos de tener el COVID-19.
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