El Salvador y Honduras han bajado los homicidios en lo que va de año; en El Salvador la baja es de hasta el 21,4 por ciento y en Honduras, el 19, 2, si se comparan los períodos entre 2018 y 2019, de acuerdo a fuentes oficiales.
La agencia Efe reportó este domingo que “El Salvador, considerado uno de los países más violentos del mundo, suma 554 homicidios en lo que va de 2019, lo que representa una baja de un 21,4 % respecto al año pasado, informó este domingo un portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC)”.
“Entre el 1 de enero y el 9 de marzo se registraron 554 muertes, frente a las 705 computadas en el mismo lapso del año 2018, indicó la fuente policial”, agrega.
Por otra parte, la PNC informó de que el número de feminicidios se redujo en aproximadamente 22 por ciento al pasar de 82 muertes entre el 1 de enero y el 9 marzo de 2018 a 64 en el mismo período de este año.
En Honduras
La misma agencia Efe indicó que “Honduras registró 526 homicidios en los primeros dos meses de este año, 19,2 % menos que el mismo periodo de 2018 (651), según un informe de la Secretaría de Seguridad”.
Las estadísticas divulgadas señalan que la media diaria de asesinatos en Honduras durante el período de referencia fue de 8,9 por cada 100.000, lo que supone una reducción de 2 puntos en comparación a los primeros dos meses de 2018 (10,9).
En enero se registraron 271 muertes violentas, cifra que en febrero bajó a 255, según el informe de la Secretaría de Seguridad de Honduras.
Honduras, El Salvador y Guatemala, que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica, lanzaron en 2016 la Fuerza Trinacional Antipandillas, la cual opera en las fronteras que comparten los tres países. La fuerza está integrada por policías, militares, personal de Aduanas, Migración y de Inteligencia, entre otros, que son respaldados con equipo logístico como comunicaciones y transporte terrestre y aéreo de los tres países.
En los tres países, sin embargo, no se ha logrado detener la actividad pandilleril, que no sólo causa homicidios, sino que comete graves delitos como extorsiones y controles territoriales, que a su vez provocan graves desplazamientos poblacionales.