Docenas de familias de Guatemala, Honduras y El Salvador han sido enviadas a sus países de origen en tres vuelos de deportación rápida desde el viernes 30 de julio, dijo Manuel Padilla, jefe de la Dirección de Operaciones de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
El funcionario explicó en conferencia de prensa telefónica que los deportados son personas que no cuentan con una base legal para permanecer en territorio estadounidense o que no cumplen los requisitos para ser beneficiarios de un probable asilo político en ese país.
Padilla sostuvo que las deportaciones son procesos “ordenados, seguros y humanos” de acuerdo a lo establecido por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), pero que seguirán procesos a las personas que no tengan una base en la ley y que en los casos de reincidentes que antes fueron deportados serán juzgados.
“Cualquier adulto soltero que es aprehendido a lo largo de la frontera suroeste que haya sido previamente aprehendido y deportado bajo el Título 8 será referido a un enjuiciamiento”, dijo Padilla al aludir que la intención es desalentar las migraciones.
Según medios estadounidenses la acelerada propagación de la variante delta del virus que genera la pandemia COVID-19, afectado Texas y a todo lo largo de la frontera con México intensificó desde la semana pasada la presión hacia el gobierno de Joe Biden en el afán de que se cumpla la ley.
Padilla no especificó el número de personas deportadas a cada país centroamericano por vía rápida o las que son devueltas a México “bajo el título 42”.
Explicó que “estamos encontrando, familias que no solicitan asilo, esas personas son procesadas aún bajo el Título 8 y son las que estamos retornando bajo ese programa de deportación rápida.”
El número de migrantes detenidos este año son más de 300,000 y que contrasta con los más de 90,000 que fueron detenidos en 2020, dijo Padilla.
El Washington Post publicó recientemente que “el gobierno de Biden se ha negado a usar el Título 42 para devolver a los menores no acompañados, que han llegado en números récord este año. El porcentaje de familias que son enviadas a México cada mes ha disminuido constantemente en los últimos meses, pero los funcionarios de Biden continúan usando la autoridad para expulsar a la mayoría de los migrantes adultos solteros.”
Mientras que defensores de los derechos de inmigrantes dicen que las expulsiones a través del Título 42 les niegan el derecho a solicitar asilo en Estados Unidos.
Reporteros de medios de El Salvador, Guatemala y Honduras preguntaron cifras exactas de las deportaciones y citaron datos oficiales en cada país, pero Padilla evadió y no dio las cifras que le requirieron.
Christian Morrison de Radio Honduras preguntó si se respetaban los derechos humanos de los deportados hacia sus países de origen y aseguró que había visto a una madre esposada cuando iniciaba su deportación a lo que Padilla dijo que “algo que es constante para nosotros es el respetar los derechos humanos” y que todos son tratados de una manera digna.
Sobre el caso de las personas esposadas o algunos que incluso son deportados con sus hijos la respuesta la dio la Agregada Adjunta del Servicio de Inmigración y Control de Aduana de los Estados Unidos en Guatemala, Lupita Serna: “las unidades familiares que son vulnerables, en nuestro proceso, no son esposadas”, pero que si necesitaba una ampliación la haría a través de la embajada de Estados Unidos en Honduras.