El reloj marcaba las 11 de la mañana durante este jueves en territorio salvadoreño, hora que para muchos ciudadanos pasó desapercibida por estar sumidos en la cuarentena domiciliar ordenada por el gobierno a causa del COVID-19; sin embargo, para 41 compatriotas quienes fueron abandonados por un “coyote” o “pollero” en Tapachula, México, fue un rayo de luz en medio de la oscuridad que los embargaba.
Esa vibra positiva y algarabía rompió por algunos minutos el silencio que imperaba en el solitario aeropuerto Monseñor Oscar Romero, terminal aérea donde eran esperados por autoridades para realizarles los respectivos chequeos de salud y migratorios.
Para los 27 hombres, 11 mujeres y tres menores de edad el apoyo de la Organización Internacional para Migraciones (OIM) cayó como “agua de mayo” porque este esfuerzo permitió que el gobierno cuscatleco y azteca acordaran agilización de su repatriación.
Pese a que el no lograr llegar a Estados Unidos para cumplir “el sueño americano” les dejó un sabor amargo, se mostraron agradecidos por regresar a su tierra ya que esto evitó que se sumaran a las mortales cifras que crecen a diario en el calvario de la ruta del migrante.
En esta ocasión, los connacionales fueron víctimas de una estafa de parte del traficante de personas que les prometió que los llevaría al destino pactado. Esta situación les generó zozobra debido a que desconocían el camino hacia su objetivo y el de retorno.
Pero la mano oportuna mano amiga permitió que los salvadoreños regresaran al país en buen estado.
“Ellos llegaron, los dejaron sueltos, la gente empezó a caminar, a buscar dónde dormir, dónde comer, no sabían a dónde estaban, no sabían a quién acudir”, declaró la canciller salvadoreña, Alexandra Hill, quien dijo que desde que tuvieron conocimiento de la situación activaron de inmediato la red consular y se organizó la búsqueda.
Por su parte, los repatriados atendían las indicaciones de las autoridades quienes les tomaron la temperatura para verificar su condición de salud y trasladarlos a centros de contención, donde permanecerán durante 30 días, como lo establece el protocolo sanitario.
Previo a su salida de México también fueron sometidos a chequeos médicos y a ninguno se le detectaron síntomas de coronavirus, indicó la OIM, que también entregó entregó mascarillas, guantes e insumos de higiene personal a cada una de las personas.
“Me siento agradecida con Dios, con el consulado de El Salvador en Tapachula, y con la OIM por permitirnos y ayudarnos a volver a nuestro país. Gracias por gestionar un retorno rápido y seguro para todos los salvadoreños que el día de hoy podemos volver”, expresó una joven de 23 años que integra el grupo.
El jefe de la misión para México de la organización, Christopher Gascon, afirmó que trabajaron durante ocho días en la coordinación de la repatriación junto a las autoridades mexicanas y salvadoreños, "entrevistando de manera remota a estas personas y preparando todos los documentos y exámenes necesarios para que el regreso pudiera concretarse", de manera "digna y segura".
Reparación de 4 mil salvadoreños varados en el exterior inicia este 1 de mayo
Los salvadoreños que se encuentran varados en el exterior regresarán al país a partir del 1 de mayo, según el secretario jurídico de la presidencia, Conan Castro.
El deseo de los compatriotas de retornar a territorio cuscatleco se debe a la propagación mundial del coronavirus, por lo que confían en las políticas implementadas por el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, para enfrentar esta emergencia.
"Vamos a demostrarles que haremos todo el esfuerzo porque regresen", dijo Castro en una conferencia de prensa.
La canciller, Alexandra Hill, dijo que traerán a los más de 4 mil salvadoreños que se quedaron varados en unos 60 países en todo el mundo a través de un plan que ya tienen, pero priorizarán a los más vulnerables.
Hill negó que el gobierno haya olvidado a los salvadoreños que desde que se cerró el aeropuerto internacional San Óscar Romero, no han podido regresar.
A principios de abril, la Sala de lo Constitucional ordenó al gobierno que debía diseñar un plan para traer a los salvadoreños en el exterior que hayan pedido regresar y que esto debe ser gradual.
Dos días antes, Bukele dijo en cadena nacional que no tenían capacidad para traer a todos los salvadoreños varados, porque los centros de contención colapsarían.
