El Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de El Salvador (UES) estableció que la causa de la muerte de más de 300 tortugas marinas descubiertas frente a la Bahía de Jiquilisco el pasado 1 de noviembre se debió a “un nivel alto de toxinas que causan las microalgas en el arrecife”.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) todavía no ha determinado el número exacto de tortugas muertas, pero han estimado que podrían llegar a ser entre 300 y 400 ejemplares en estado de descomposición.
Entre los cadáveres encontrados se encuentran tortugas prietas y golfinas que presentaban ojos y cloaca saltados y que algunas habían perdido incluso la cabeza y las aletas.
La entidad advirtió que “las corrientes pudieron arrastrar los restos mucho más lejos”, por lo que el número de especímenes muertos podría superar los cálculos dados.
De igual forma, el MARN junto a la Fundación Zoológica de El Salvador (FUNZEL) y dos fiscales de la Unidad de Medio Ambiente de la Fiscalía General de la República (FGR) participaron en una expedición en la que se detectó el incremento de los niveles de “clorofila A” en las costas salvadoreñas.
“El incremento de clorofila A es un marcador que sirve para monitorear la ocurrencia de mareas rojas (proliferación de microalgas tóxicas) en la región”, detallaron. El equipo de especialista todavía analiza las muestras de agua para comprobar su presencia.