Autoridades de salud de China reportaron 37 muertes causadas por el virus H7N9, conocido popularmente como gripe aviar. El Gobierno del país asiático se mantiene en alerta, ya que desde octubre de 2016, contabilizan al menos 268 muertes por dicho virus.
La provincia china de Jiangsu es la que más casos reporta desde octubre pasado con 145 infecciones. En segundo lugar se encuentra la provincia de Zhejiang con 90 casos confirmados.
Aunque las cifras mortales se mantienen en 268, el número de infecciones corresponde a más del triple, ya que asciende a 735, según el gobierno Chino.
El virus H7N9 forma parte de una subcategoría de virus gripales que normalmente afectan a las aves. Lo que científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudian es su traspaso al cuerpo humano, ya que es un fenómeno que hasta hace poco no se había observado.
Según el organismo, la información que existe sobre el alcance de este tipo de infecciones y sobre la fuente de exposición es escasa. El virus preocupa a la OMS porque sus efectos han sido graves en la mayoría de casos. Sin embargo, todavía no hay indicios de qué pudo desatar la epidemia entre los humanos.