El cardenal salvadoreño, Gregorio Rosa Chávez, se expresó al caso de los hermanos Guerrero Toledo al extender su solidaridad con la progenitora de estas víctimas, cuyos restos fueron encontrados el 23 de diciembre en una fosa en Nuevo Cuscatlán, La Libertad.
Para el cardenal y obispo auxiliar capitalino, el 2021 ha sido un año difícil, “con muchas expectativas que no se cumplieron”, con muchas esperanzas truncadas y sufrimiento y que el caso más emblemático es el de los hermanos Guerrero Toledo.
“El dolor de su madre Ivette es como un símbolo de un país que ha sufrido tanto, que ha buscando la paz, la tranquilidad y no la ha encontrado. Al final pudieron sepultar los restos de sus hijos, esta señora tan sufrida”, sostuvo Rosa Chávez.
Además, el cardenal hizo alusión a los casos de exfuncionarios detenidos, cuyos familiares denuncian que no les permiten visitarlos para conocer su estado de salud.
“Por otra parte, es símbolo de los que están en las prisiones, gente muy conocida, que las tratan en forma totalmente inhumana”, dijo.
El religioso señaló que “hay necesidad de una actitud distinta en el país” de respeto a la persona humana.
“Hay una deuda en el país este año con la verdad, con la justicia y con la esperanza. El pueblo sigue esperando un futuro diferente, sigue luchando cada día”, indicó.
Destacó la actitud resiliente de la población, pero llama a los liderazgos nacionales a tener más solidaridad.
“Esa es una gran noticia para el país, un pueblo que no se da por vencido, lo que necesita ver en los que son dirigentes en este país, una actitud de verdad de simpatía y solidaridad”, expuso.
Aunque hace un poco positivo del 2021, exhorta a trabajar por mejorar las condiciones del país. “Seguir buscando aquello a que tenemos derecho, un país justo, fraterno, solidario, en paz, tranquilo, que todos nos sintamos en casa; esa es un poco la tarea del año que está por comenzar, el 2022”, afirmó.