No es un perro cualquiera. Al igual que el afamado Canelo, el perrito legislativo, la corporación policial de la zona rural de Sonsonate también tienen a un amigo incondicional.
Y es que es algo común observar como los perros se integran a las largas caminatas de los agentes, como Oso, el peludo héroe de la PNC que vive con otros canes operativos de la Unidad Antinarcóticos.
Bobby, el personaje de esta historia, acompaña a los policías cuando realizan patrullajes preventivos, o simplemente descansan si los agentes también lo hacen.
Son tan fieles a los humanos. Bobby es el perro que se ha convertido en un “miembro” más de los policías destacados en Sonsonate, que patrullan ya sea a pie o en vehículo. El can los acompaña en sus labores de seguridad por largos trayectos.
Según relataron los policías, el canino sale desde muy temprano con los agentes a realizar patrullajes y además, está presente durante los controles vehiculares, a la espera de que los policías continúen con el recorrido. Y hasta tiene tiempo para darse un refrescante baño ante el sofocante calor.
Bobby es muy querido por todo el personal pues se destaca por su manera muy peculiar de cómo se ha integrado al equipo y, al igual que los policías, se interna en los sembradíos de maíz de los alrededores en busca de la novedad.
El can tiene alrededor de tres años de permanecer con el grupo de policías, luego que se lo llevaron para la base de la Policía Rural en Sonsonate, donde se encuentra actualmente, aunque suele acompañar únicamente a la patrulla del cantón Las Lajas, con la que hizo sus primeros desplazamientos.
El perro comenzó a unirse a la patrulla y se iba a cuidar, después se fue quedando a dormir en el lugar de descanso, según dicen los agentes, quienes le dan alimentación y afecto.
Al parecer, su mayor recompensa radica en alcanzar la atención o la aprobación de los seres humanos sin importar los sacrificios que cueste.