El empresario cafetalero, Antonio Salaverría, aseguró que tiene las expectativas puestas en que el nuevo superintendente del Sistema Financiero, Gustavo Villatoro, se encuentre vigilante y sea garante de los derechos de los usuarios de los bancos.
"Tenemos esperanza en el nombramiento del nuevo Superintendente, nos merece todo el respeto, debe entender que con la nueva administración volverá a ser vigilante y garante de los depositantes de los bancos", sostuvo en la entrevista matutina de Hechos, canal 12.
La postura de Salaverría surge, debido al litigio que mantiene desde hace 11 años cuando fue sujeto de un embargo, por atrasarse con una cuota de 160 mil dólares.
24 horas después de la notificación, Salaverría envió a su entonces abogado, Fabio Castillo, para pagar el monto total del préstamo para librarse de los compromisos, pero el dueño del banco, Gerardo Simán, le dijo que no podrían recibirle el pago y que harían cumplir el embargo de la garantía.
“Nosotros hemos ido avanzando como lo hemos hecho. Nos ponen el embargo, y 24 horas después tomamos la decisión de cancelar el 100% de la deuda con el banco (HSBC), con los avalúos que ellos tenían, pero Gerardo Simán y Armando Arias le dicen al abogado que nos representó, Fabio Castillo, que no pueden aceptar y que el embargo se va desarrollar. Ahí se demuestra que eso tenía otro fondo: destruir la empresa, destruir al personaje y liquidarlo, lo cual lo lograron”, explicó.
Por lo tanto, le embargaron 7 beneficios de café en el 2008, lo presuntamente le causó la quiebra económica y “la muerte civil”, pues no volvió a ser sujeto de crédito de la banca nacional, tuvo que vender varias propiedades para salir adelante con sus empresas.
Según Salaverría, el banco violó el convenio que se había firmado además con City Bank y Banco Hipotecario. Luego de un año, señaló, preparó su defensa y el 7 de octubre de 2009 inició el proceso para ejercer sus derechos a fin de demandar a HSBC, hoy Davivienda, por daños y prejuicios.
"Nosotros fuimos embargado por el HSBC ahora Davivienda en el 2007, inició todo un proceso porque teníamos un convenio con 3 bancos, y en las cláusulas decían que 2 de los tenían que estar de acuerdo para embargar", expresó.
A consecuencia de este proceso, el veredicto resultó a favor del salvadoreño, pero la financiera dilató su responsabilidad de resarcir los daños al utilizar recursos legales.
Pese a las artimañas de Davivienda, el Juzgado Primero de lo Mercantil de San Salvador ordenó ejecutar el embargo de US$ 49 millones 314 mil 303 en contra del banco, para indemnizar al empresario.
En este sentido, Salaverría ha revelado que "la decisión de embargo no era de una parte financiera, sino que tenía otros motivos".
Recordó que cinco días del embargo, participó en la inauguración de la planta torrefactora de la cooperativa La Majada, la presidenta del banco me preguntaba cómo estaba la empresa y que era lo mejor en empresas.
El empresario indicó que la demanda penal que interpuso el viernes pasado, contra los directivos del Banco Davivienda, obedece a la posible falsedad presentada en la publicación de su estado financiero al 30 de junio, el cual se publicó un mes después, donde se deja constancia que podrían ser favorecidos por una resolución de la Sala de lo Constitucional, que dejaría sin efecto la acción del embargo.
“Paralelamente vimos las publicaciones del ejercicio al 30 de junio de este año, la hicieron al 31 de julio. Cuando vimos las atrocidades, la falsedad ideológica y la falsedad de las publicaciones, realmente asusta”, indicó.
Agregó, que “preocupa de un ente supuestamente serio, como lo es un banco, pero se atreve a poner una cláusula donde dice: ‘por el momento (Grupo) JASAL ha iniciado el trámite normal de ejecución de la sentencia del 13 de junio de 2019 de la Sala de lo Civil, procediendo al diligenciamiento del embargo; sin embargo, una vez se admita la demanda de amparo presentada por el banco y suspendidos los efectos de la sentencia impugnada, el trámite de ejecución del embargo será detenido’, es una atrocidad", agregó Salaverría.
El empresario cuestionó las razones del Banco Davivienda de adelantarse al fallo del amparo presentado, el cual después de un año ni siquiera ha sido conocido.
"Ya no solo es mi caso, es nacional, que un banco se atreva a poner una cláusula de esto, adelantando lo que la Sala de lo Constitucional va a hacer, además, ponerlo en el balance no puede suceder. Venimos pidiendo al ente regulador, que es la Superintendencia del Sistema Financiero que se generen las reservas para la liquidación del embargo", resaltó el empresario cafetalero.
De proceder a la liquidación forzosa, el litigio mercantil entre el empresario y la institución financiera podría finalizar en los próximos 15 días, según estimó.
Por su parte, el defensor del empresario, Luis Mario Pérez, dijo que el proceso ha demorado bastante, no solo por la complejidad sino porque han habido medidas dilatorias de la contraparte que lo han venido a enmarañar.
"Después de 12 años que se decretó el embargo, falta la liquidación para ser efectiva, 12 años de procesos mercantiles, de apelaciones y tuvimos que iniciar acciones penales porque ha habido falsedades ", dijo Pérez.