El 16 de junio pasado se realizaron las elecciones generales en Guatemala. Dado que ninguno de los aspirantes a la presidencia logró la mayoría absoluta, es decir el 50%+1 de los votos, el domingo 11 de agosto se celebrará una segunda vuelta.
En estos comicios, los guatemaltecos no solo elegirán al presidente y vicepresidente, también serán electos diputados, alcaldes y diputados del Parlamento Centroamericano (PARLACEN). Un proceso sumamente complejo, debido a la decepción que tiene la población por la administración de Jimmy Morales (2016-2020).
El líder del Partido Frente de Convergencia Nacional, durante su campaña prometió “cero tolerancia a la corrupción”; no obstante, en septiembre de 2016 su hijo y su hermano fueron señalados por su presunta participación en un caso de corrupción.
En junio de 2017, la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de la ONU solicitaron el 25 de agosto la apertura de una investigación sobre el mandatario por mover de forma oscura casi un millón de dólares durante la campaña electoral.
En agosto de 2017, la CICIG y el Ministerio Público presentaron un antejuicio en contra de Morales por financiamiento ilícito durante las elecciones de 2015.
En julio de 2018, el excanciller Edgar Gutiérrez denunció al presidente Jimmy Morales por dos casos de abuso sexual contra mujeres trabajadoras del Estado.
Qué se avecina para la segunda vuelta
Sandra Torres junto a Carlos Raúl Morales van por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y son el binomio que más votos sacaron en la primera vuelta. En segundo está Alejandro Giammattei y Guillermo Castillo que representan al partido Vamos.
Una encuesta de Consumer Media Intelligence, plantea el posible escenario para la segunda vuelta. El sondeo fue elaborado del 23 al 26 de junio pasado.
En términos generales, se mantiene alta la tendencia de personas que no están interesadas en ir a votar el 11 de agosto. Un 68.5% opina que si, mientras que el 17.9% de los consultados afirma que no irá a las urnas y hay un 13.6% que no responde o no sabe,; en todo caso para la encuestadora los indecisos terminan por no votar.
También se observa una tendencia negativa en la intención de voto para el 11 de Agosto y un crecimiento en la abstención + indecisos (Abstención potencial).
Además, empieza a tener peso la abstención e indecisión hacia el proceso del 11 Agosto 2019.
A las personas que tienen la intención de emitir el sufragio, se les entregó una papeleta simulada y el 50.0% apoya a Sandra Torres, mientras que el 44.1% a Alejandro Giammattei. La fortaleza de Torres radica en las mujeres (54% del padrón) y en la zona rural (65% del padrón).
En conclusión, la casa encuestadora sostiene que se está ante un alto potencial de abstención en la votación de segunda vuelta.
Hasta el momento, ninguno de los dos candidatos ha logrado posicionarse con un verdadero “branding político” (es un puente entre la estrategia política y la estrategia publicitaria, creando un verdadero valor de marca), y eso se refleja en la preferencia de los indecisos quienes en un 70% no tienen inclinación de votar por nadie.
Más allá de las campañas negras y de la excesiva comunicación de propuestas, la diferencia estará en quien mueva las emociones, más irracional que racional.
El personaje e imagen de Giammattei no termina de convencer. A pesar de que hay una campaña “Anti Sandra”, la misma no logra capitalizarse en una intención de voto hacia Giammattei. Se podría decir que en la mente del votante, Giammattei “no es un cambio seguro”.
