Por Alessia Genoves
Abansa y Hacienda trabajarán para mejorar la emisión de deuda en El Salvador. La Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa), propuesto al Gobierno de El Salvador “reperfilar la deuda pública de corto plazo, trasladándola a plazos de 2, 3, 5 y 7 años”, según lo detalló Hacienda en una misiva oficial éste lunes. El Ministerio afirmativamente a la petición, cuyo objetivo, según lo promete, es el de “mejorar el perfil de vencimiento y fortalecer la sostenibilidad fiscal”.
ABANSA por su parte, explicaría en su propuesta inicial que “la propuesta busca apoyar los esfuerzos del país para mejorar su perfil de deuda, disminuir el riesgo país percibido por los mercados internacionales y lograr un marco de estabilidad fiscal a mediano plazo“, según lo detalló el pasado 24 de agosto. La correspondencia se daría, pues, en el plazo de una semana, en la que habrían participado al menos 10 entidades bancarias nacionales.
Consecuentes han sido las declaraciones de Abansa sobre el contexto de la evolución favorable del riesgo de Fitch Ratings, sobre las clasificaciones de incumplimiento del emisor de El Salvador a CCC+. Ellos constituye, pues, un “cambio de los Certificados de Inversión Previsional (CIP) de las AFP por Certificados de Financiamiento de Transición (CFT)”, mediante el Instituto Salvadoreño de Pensiones, en el marco de la nueva Ley del Sistema de Pensiones. Mientras que la valuación de la emisión de deudas ha sido favorable, pues el registro oficial de la Bolsa de Valores de Luxemburgo evidencia fluctuaciones en su cotización a lo largo del tiempo. Los cambios más significativos han sido los de la deuda con vencimiento a mediano plazo, como la ISIN US283875AQ53 a 2024, que vio un repunte inter-anual del 45%, pasando de los $47.81 USD $69.37 USD.
ABANSA y la deuda pública
ABANSA acordó con Hacienda reperfilar deuda pública de corto plazo, trasladándola a plazos de 2 a 7 años. Se busca mejorar perfil de vencimientos y fortalecer sostenibilidad fiscal. Ahora, ambas instituciones han tomado en cuenta las acciones financieras más contundentes que tuvieron lugar en el último año. Es decir, ello responde al contexto de un eventual canje en la deuda pública a entidades bancarias privadas, que resolvió en mejorar el perfil crediticio del país, consiguiendo que ampliar el plazo de vencimiento de los bonos.
Fitch mejoró calificación de riesgo de El Salvador a CCC+, por cambio en títulos de AFP. Ello implica, pues, que las emisiones locales a plazos extendidos, permitiendo reducir deuda de corto plazo y obtener mejor perfil a mediano plazo, sin incrementar deuda total. Se implementará mediante un plan de nuevas emisiones, pagando al vencimiento cada título en posesión de bancos participantes, y emitiendo luego nuevos títulos a mayor plazo. La mayoría de AFP eligieron un rendimiento del 7% a 50 años con 4 de gracia. Esto reduce compromisos de corto plazo y mejora la sostenibilidad.
Fitch registra $7,538 millones de deuda a corto plazo, con vencimientos de 2023 a 2052, todas con calificación CCC+. El mejor rendimiento es del 9.5% en 2052. Hacienda incrementó en $1,139 millones el presupuesto 2023 para amortizar deuda. El cambio se realizó tras la aprobación de la Ley del Sistema de Pensiones. Los CIP fueron canjeados por tres series de CFT. Una replica los CIP del 2017, otra los posteriores al 2017, y otra ofrece mayor rendimiento por mayor plazo.
Bonos: Precios fluctuantes
ContraPunto observa el comportamiento de al menos 10 emisiones de bonos en el mercado bursátil internacional. La mayor parte de éstas han sido emitidas por intermediarios en la Bolsa de Valores de Luxemburgo que, de hecho, comparte un registro fluctuante del valor de los bonos. De tal modo que es posible aseverar, por ejemplo, que han existido cambios en aquella serie de títulos valores identificados por el código ISIN US283875AQ53, con vencimiento el 01 de febrero de 2041, por el monto original de $653,500,000.00 USD. El precio del valor unitario era de $107.49 USD, con un interés de 7.65%.
Sin embargo, para inicios de 2023 este valor había descendido a $47.81 USD, lo que implicó una caída de 55% respecto a su valor inicial. No obstante, a septiembre de 2023 se recuperó a $69.37, significando un incremento de 45% en lo que va del presente año. Asimismo, la emisión títulos valores, con código ISIN US283875AR37, por un monto total de $800,000,000.00 USD -con fecha de pago el 30 de enero de 2025 y una tasa de interés de 5.87%-, comenzó con un precio de $99.72 USD por bono. Pero, para inicios de 2023 se situó en $99.89 USD, mientras que a septiembre del mismo año se mantuvo estable en ese nivel de $99.89 USD.
El bono identificado bajo el código ISIN US283875BW13, emitido originalmente por $601,085,000.00 USD -y con vencimiento el 28 de febrero de 2029, posee una tasa de interés de 8.62%-, también tuvo reportes de fluctuaciones. Su precio inicial fue de $99.53 USD, sin embargo para inicios de 2023 había declinado a $54.24 USD. No obstante, en septiembre del presente año repuntó hasta alcanzar un valor de $78.75 USD por bono.
Bancos mejoran su rendimiento
Abansa y Fitch Ratings han evaluado las condiciones financieras de las entidades bancarias del país, durante el primer semestre. Los datos financieros del estatus patrimonial de al menso 10 entidades financieras las proporciona la primera entidad, en su informe titulado “Ranking Bancario. Principales Cuentas de Balance/Junio 2023”. En éste se destaca que, por ejemplo, el Banco Agrícola al 30 de junio de 2023 presentó activos totales por $5,679.0 millones, pasivos por $5,077.3 millones USD y patrimonio de $601.7 millones USD. En el período paralelo, Fitch le asignó una calificación “AAA(slv)”.
“AAA(slv)” también ha sido la calificación de riesgo crediticio que ha sido asignada al Banco Cuscatlán, cuyo patrimonio llegó a cuantificarse en $426.1 millones USD. También se le asignó al Banco Davivienda, que reportó un patrimonio de $347.2 millones USD; así como al Banco América Central y Banco Industrial; y con ello, “detonando máxima capacidad de pago”, según así lo calificó Fitch en su informe semestral titulado “Calificaciones de Riesgo Vigentes en El Salvador”.
Banco Hipotecario, por su parte, recibió una calificación ‘AA(slv)’ de Fitch. Ya, en el mismo período semestral, Abansa había descrito que su balance era consistente en un registro de activos por $2,042.5 millones, pasivos de $1,860.7 millones y patrimonio de $181.8 millones. Sus préstamos brutos llegaron a $1,066.6 millones. Entretanto, el Banco Cuscatlán recibió una calificación de ‘AA-(slv)’; siendo relativamente más baja; pero su registro de activos y de patrimonio era el segundo mayor en la balanza de Abansa (17%), siendo el primero de $3,979.8 millones USD, y el segundo de $426.1 millones USD.
Otros aportes relevantes, en el sistema financiero, corresponden a los de BAC Credomatic, que acumuló acumuló activos por $3,208.6 millones USD; pasivos por $2,880 millones USD y patrimonio de $328.5 millones USD. Mientras que bancos como Promérica con patrimonio de $122.5 millones USD, Atlántida con $1,088.9 millones USD; Banco Azul con $44.1 millones USD y el Industrial con $71.9 millones USD. Sin embargo, las referidas en éste párrafo no fueron analizadas por Fitch.
Fitch, en cambio, ampliaría su análisis a otras entidades. De modo que la Administradora de Fondos de Pensiones Confía y la Administradora de Fondos Crecer fueron calificadas ‘EAA(slv)’ y ‘EAA-(slv)’ respectivamente por su rol en el sistema previsional. Mientras que en el sector asegurador, ASSA Vida, MAPFRE Seguros y Seguros Sura (antes Asesuisa Vida) obtuvieron la máxima calificación ‘EAAA(slv)’ de Fitch. ASSA Compañía de Seguros y Seguros Sura recibieron ‘EAA(slv)’.
Reperfilar la deuda pública es una de las consignas que propone Abansa al Gobierno de El Salvador. La participación de la banca ha sido relevante en el sector financiero, pues los volúmenes de los activos, al menos en la entidad grupal, llegan a los $22,668.9 millones USD, en los servicios prestados, gastos y patrimonio. De momento, la participación en el canje de la deuda había sido iniciada por las AFP. Sin embargo, aún no se detalla cuáles serán las condiciones que la banca privada exija al gobierno para concretar la meta, una situación que deberá plantearse en la Comisión de Economía de la Asamblea Legislativa, si se quiere hacer una propuesta de ley, decreto transitorio o normativa competente.
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Deuda de El Salvador
ContraPunto observa que la resiente designación del os $1,000 millones USD busca reducir el impacto y la acumulación de la deuda nacional, y la presión fiscal, según queda patente en el referido Decreto No. 771. Sin embargo, también es necesario establecer que dicha designación presupuestaria no sería capaz de subsanar los gastos de la deuda; más sí de gestionarlos con la administración de títulos valores.
$17,537 millones USD, pues, definen el saldo de la Deuda Externa e Interna, de acuerdo con las cifras oficiales del Banco Centra de Reserva (BCR). Ésta se ha ido contrayendo, pues en el mismo período del año anterior era de $17,898 millones USD. Por otra parte, detalla que la Deuda Externa habría tenido un decrecimiento del 1.33%, pasando de los $10,990.32 millones USD en el período anterior, a los $107,762,27 millones USD en el período actual
$122,53 millones USD definen el saldo de la Deuda Garanizada para abril de 2023; que, respecto a los $119.46 millones USD del mismo período del año anterior, define una contracción del -1.4%. Por otra parte, el saldo de la Deuda Externa refleja montos iguales a los de la deuda garantizada; es decir, que en el período actual reporta hasta $122.53 millones USD y la del mismo período del año anterior era de $119.46 millones USD lo que define una contracción del -1.4%.