jueves, 26 junio 2025

Cinco ejercicios físicos que pueden ayudar a combatir la disfunción eréctil, según evidencia médica

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La disfunción eréctil afecta a millones de hombres en el mundo. Aunque el tratamiento farmacológico es común, existen evidencias que respaldan la utilidad del ejercicio físico.

La disfunción eréctil (DE) afecta a millones de hombres en el mundo y puede deberse a múltiples factores, incluidos problemas vasculares, neurológicos, hormonales y psicológicos. Aunque el tratamiento farmacológico es común, existen evidencias que respaldan la utilidad del ejercicio físico como intervención no farmacológica para mejorar la función eréctil y el rendimiento sexual.

A continuación, se describen cinco ejercicios cuya práctica constante ha demostrado tener efectos positivos sobre la salud sexual masculina:

1. Entrenamiento aeróbico

Correr, nadar o andar en bicicleta de forma moderada pero regular puede mejorar el flujo sanguíneo y reducir factores de riesgo como la hipertensión, la obesidad y la diabetes tipo 2, todos ellos asociados con la disfunción eréctil.

Según una revisión publicada en Sexual Medicine (2018), los ejercicios aeróbicos realizados al menos cuatro veces por semana, durante 40 minutos por sesión, por un mínimo de seis meses, mostraron una mejora significativa en la función eréctil en hombres con DE causada por factores físicos.

2. Ejercicios del suelo pélvico (Kegel)

Los ejercicios que fortalecen los músculos del piso pélvico, como los Kegel, pueden mejorar el control de la erección al fortalecer el músculo bulbocavernoso, responsable de mantener la rigidez peneana.

Una investigación publicada en BJU International (2005) indicó que tres meses de entrenamiento del suelo pélvico, combinados con asesoramiento en cambios de estilo de vida, fueron más eficaces que los consejos generales de salud para tratar la disfunción eréctil leve a moderada.

3. Entrenamiento de resistencia (fuerza)

Levantamiento de pesas u otros ejercicios de fuerza pueden elevar los niveles de testosterona, una hormona vinculada con el deseo y el rendimiento sexual.

Un estudio de Endocrinology (2001) reportó que los hombres que realizaban entrenamiento de fuerza mostraban aumentos temporales en testosterona sérica post-ejercicio. Aunque el efecto es agudo, el entrenamiento continuo ayuda a mantener niveles hormonales saludables.

4. Caminatas diarias

Caminar a paso ligero durante al menos 30 minutos al día ha demostrado reducir el riesgo de desarrollar disfunción eréctil. Este tipo de actividad física moderada mejora la salud cardiovascular sin requerir instalaciones o equipos especiales.

La Harvard Health Publishing (2020) señaló que los hombres que caminaban 30 minutos al día tenían un 41% menos riesgo de experimentar DE, en comparación con aquellos con una vida sedentaria.

5. Yoga

La práctica del yoga puede disminuir el estrés y mejorar la conciencia corporal, lo que favorece la función sexual y reduce la ansiedad de desempeño, una causa frecuente de DE de origen psicológico.

Un estudio en The Journal of Sexual Medicine (2010) evidenció mejoras en la función eréctil y satisfacción sexual tras 12 semanas de sesiones semanales de yoga entre varones adultos.

La actividad física regular, especialmente la que combina ejercicios cardiovasculares, de fuerza, control muscular y relajación, se asocia con mejoras en la función eréctil y la salud sexual general. Consultar con un médico antes de iniciar un programa de ejercicio es recomendable, especialmente para personas con antecedentes cardiovasculares o enfermedades crónicas.

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Redacción ContraPunto
Redacción ContraPunto
Nota de la Redacción de Diario Digital ContraPunto

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