Por José Francisco Acosta Arévalo.
El día 24 de mayor, junto a un grupo de estudiantes del Complejo Educativo Los Almendros, Distrito de Suchitoto, El Salvador, se sembró un árbol de aguacate en memoria del ex Presidente de Uruguay, conocido como Pepe Mujica.
Pepe, como cariñosamente se le conocía, era un ícono latinoamericano en la ética política y moral, expresada en la consistencia de vida y sus valores éticos políticos.
Las enseñanzas de Mujica muy probablemente, como pasó con Monseñor Oscar Arnulfo Romero, tendrán más impacto póstumo a nivel internacional, puesto que sus enseñanzas están dándole la vuelta al mundo.
Sus enseñanzas y su testimonio de vida, impactó y sigue impactando especialmente a las nuevas generaciones que creen y están convencidos que otro mundo es posible.
” Si quires hacer dinero no te metas en la política, porque la política es servicio”, decía Mujica, quien era reconocido como nuestra reserva moral y ética en el continente americano.
Mujica fue mi referente ético y moral, de quien aprendí mucho en los últimos años, sobre todo en lo que respecta a vivir la vida de acuerdo a los valores de justicia social.
El árbol memorial, fue sembrado en el Bosque Memorial San Oscar Arnulfo Romero, ubicado en las faldas del Volcán de Guazapa, Distrito de Suchitoto, El Salvador.
Antes de sembrar el árbol en memoria de Pepe Mujica, conversamos con los estudiantes, procedentes de ocho comunidades rurales del Distrito de Suchitoto, sobre la política, los políticos y la corrupción en El Salvador.
Recordando el Pasado para construir el Presente, y el Futuro.