Unos 2,7 millones de ciudadanos uruguayos, mayores de 18 años de edad, irán mañana a las urnas en el país sudamericano, para elegir nuevo presidente y renovar totalmente el Congreso bicameral.
El acto es el octavo consecutivo desde que se recuperó la democracia, después de doce años de dictadura cívico-militar que duró entre 1973 y 1985.
El clima en el país es festivo. Más parecido a una celebración deportiva o una fiesta de carnaval porque así se viven estos acontecimientos.
También hay alguna incertidumbre porque Uruguay es el país más chico de Sudamérica y muchas de sus cosas, incluso las cotidianas, están estrechamente relacionadas con otros países.
En algunos casos con los vecinos más cercanos y poderosos, como Argentina y Brasil, pero también con los de otras latitudes con los cuales se tiene una relación de fuerte dependencia económica y comercial.
Es así que estas elecciones se realizan con la mirada atenta a lo que sucede en Argentina, donde también hay elecciones nacionales este domingo, y en Chile, envuelto en una incendiaria explosión social. Pero también en Bolivia, en Ecuador o en China, Estados Unidos y algunos países europeos.
La dirigencia política, sin embargo, se muestra bastante orgullosa de la fortaleza del sistema institucional uruguayo, sin descartar que también puedan producirse descalabros como está pasando en otros países del mundo.
CÓMO SON LAS TENDENCIAS
Los sondeos de opinión marcan una ventaja considerable del progresista Frente Amplio (FA) sobre el conservador Partido Nacional (PN). El FA gobierna el país desde el 2005, cuando el oncólogo Tabaré Vázquez sacudió la modorra nacional y ganó las elecciones.
La singular coalición, que nucleaba, y nuclea a comunistas, socialistas, democristianos, ex guerrilleros y ciudadanos independientes llegaba por primera vez al gobierno. Después pasó José Mujica, ex líder de la guerrilla "tupamara" (2010-2015) y Vázquez volvió a ganar en 2015. Ahora llevan como candidato a la presidencia al ingeniero Daniel Martinez, que gobernó Montevideo los últimos cinco años y fue ministro de Industria y presidente de la petrolera estatal Ancap.
"Vamos por el cuarto gobierno" fue una de las consignas de campaña del FA, que tiene como su principal adversario, nuevamente al conservador Partido Nacional. Esta organización lleva como candidato a Luis Lacalle Pou, un dirigente de 46 años, hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle, quien gobernó entre 1990 y 1995. La intención de voto del FA ronda el 40 por ciento, mientras que el PN anda cerca del 29 y muy abajo están los demás partidos.
Entre ellos el también conservador Partido Colorado (P.Col.) que gobernó durante unos 150 años de los 189 de vida institucional que tiene Uruguay, desde que se constituyó como República, e n 1830.
El dato curioso en esta elección en la aparición en escena de Guido Manini Rios, un ex jefe del ejército, que fue destituido de manera fulminante en marzo por criticar al sistema judicial del país, y que decidió lanzar su candidatura a la presidencia.
En tres meses edificó un partido que consiguió 50.000 votos en las elecciones internas de junio y que podría ser la tercera fuerza política a partir de mañana, con un caudal de aproximadamente el 10 por ciento de los votos.
No parece que pueda haber sorpresas este domingo. Todo indica que ganará el Frente Amplio nuevamente y que el Partido Nacional será segundo.
El tema está en que si el ganador no obtiene la mitad más uno de los votos emitidos habrá que ir a una segunda vuelta, el domingo 24 de noviembre. Y allí se verá como se comportará el electorado.
Si la oposición lograra sumar todos sus votantes a favor de Lacalle Pou yu contra e Daniel Martínez, el candidato del FA, entonces se le complicaría la victoria al progresismo. Pero eso es especulación, a esta altura.
SEGURIDAD
Uno de los temas centrales de esta campaña ha sido la seguridad pública. Por eso, a instancias del senador Jorge Larrañaga, del PN, este domingo también se realizará un plebiscito para reformar la Constitución y darle potestades a los militares para encargarse también de la seguridad interna.
Actualmente la función de esos uniformados es la defensa del país ante ataque externo. La cuestión interna es tarea de la policía. La "reforma" tuvo un gran impulso al comienzo, cuando se juntaron las 400.000 firmas necesarias para habilitar esta consulta popular, pero la campaña se fue desinflando con el paso de los meses y de los hechos. Las revueltas de estos días, en Chile, dieron un fuerte golpe a esta iniciativa.
Porque los medios difundieron ampliamente la represión militar que ha costado, hasta ahora, 19 muertos reconocidos oficialmente. Los opositores a la reforma se han encargado de mostrar eso como ejemplo de lo que pasa cuando los militares se encargan de tareas internas para las cuales no están suficientemente preparados.
Pero no se sabe qué pasará mañana. Para que se apruebe este proyecto también se necesita la mitad más uno de los votos emitidos.
EL FUTURO GOBIERNO
El nuevo presidente de Uruguay asumirá el 1 de marzo, mientras que dos semanas antes, a mediados de febrero, serán investidos los nuevos 31 senadores y 90 diputados que conformarán el nuevo congreso. El Poder Legislativo uruguayo es presidido por el vicepresidente del país.