Un momento sobre el cáncer de mama

El 19 de octubre de cada año se conmemora el Dí­a Mundial de la lucha contra el cáncer de mama. El cáncer no solo afecta a la paciente, afecta a todo el grupo familiar. El tratamiento exitoso depende del buen trato recibido del médico/a que transmita optimismo y ánimo a la paciente. El resultado exitoso comienza desde el momento que el médico/a le dice la noticia al paciente, la manera pesa e incide decisivamente.

Usted conoce o conocerá a alguien que vive con cáncer. Esta información podrí­a serle útil. Una noticia de un impacto tal como la notificación del diagnóstico de cáncer traerá consigo implicaciones biológicas, sociales, psicológicas.

La psicologí­a en el trato a los/as personas con cáncer es abordado desde una rama denominada “Psico-oncologí­a” o “Psicologí­a oncológica”. Esta especialidad se ocupa de atender a los/as pacientes y a sus familias. Estudia cada etapa de la condición oncológica, analizando las fuentes de ansiedad que para cada familia pueden ser diferentes ayudando a afrontar el impacto emocional para mejorar la calidad de vida y manejar la posibilidad de sufrimiento.

Para comprender cómo vencer al cáncer, es imperativo conocer las circunstancias del /la paciente, sus familias y cí­rculos afectivos. La persona que vive con cáncer puede desarrollar ansiedades con diferentes orí­genes, siendo uno común e importante, el futuro.

Como todo ser humano, el /la paciente oncológico es resultado de sus í­ntimas contradicciones instaladas por factores ajenos, esquemas de valores externos que condicionan las nociones sobre sí­ mismo/a. Ese conflicto durante un estadio de cáncer, puede agudizarse y resultar en depresión, fatiga y frustración para la persona que vive con cáncer, situaciones que el entorno familiar y afectivo debe aprender a superar en conjunto. Convivir con el cáncer también implica la posibilidad de descubrir en familia las cosas de la vida que no se aprecian lo suficiente a razón del vertiginoso ritmo que impone la cotidianidad.

La inmensa mayorí­a de casos de cáncer en el paí­s son atendidos en el sistema público de salud porque los costos económicos de un tratamiento en el sector privado son simplemente prohibitivos para la inmensa mayorí­a de salvadoreños/as. Desde cualquier perspectiva el costo de vivir con cáncer es altí­simo. Para la persona, para las familias y para el Estado Salvadoreño.

Por primera vez en El Salvador, los/as pacientes cuentan a partir de 2018 con un Centro Nacional de Radioterapia para atender gratuitamente a pacientes oncológicos. El gobierno salvadoreño invirtió USD $8 millones en eso. Los tres hospitales públicos especializados del paí­s, Rosales, Bloom y Hospital Nacional de la Mujer, absorben la demanda nacional brindando servicios gratuitos. Se suman a ese esfuerzo la torre oncológica del Seguro Social a la que acceden los trabajadores/as cotizantes y sus familias.

Sin embargo, el desafí­o por mejorar las condiciones de atención oncológica persisten, no hay familia ni paí­s en el mundo con presupuesto suficiente si las cifras de casos en el paí­s y el mundo continúan aumentando exponencialmente.

¡Por eso lo mejor es prevenir!

Estudios internacionales dan cuenta que del 10 al 15% de casos de cáncer se debe a factores genéticos hereditarios. El resto son casos esporádicos.

El cáncer de mama es prevenible y curable si se descubre a tiempo con el auto examen que debe buscar cualquier alteración en tamaño, secreción o cuerpo extraño en el seno. Después de los 40 años se debe realizar obligadamente la mamografí­a al menos una vez al año. La citologí­a igual.

Pero lo más importante, es mantener una dieta balanceada, rica en vegetales y alimentos alcalinos como el aguacate, el brócoli, ajo, limón y todo vegetal verde. Además oxigenar el cuerpo con mucha agua y ejercicio. Las células con cáncer se desarrollan y proliferan en ambientes ácidos y sin oxí­geno.

Es fácil, a más oxí­geno y más alimentación balanceada y alcalina, menos cáncer.

¡Cuí­dese!, ¡quiérase!, ¡examí­nese!