Tercer sueño polí­tico ideológico

Estoy participando en un conversatorio sobre las izquierdas en América Latina. Un economista salvadoreño, que escribió un libro sobre los cambios estructurales en la economí­a salvadoreña durante los años ochenta y noventa, expresó: en El Salvador los gobiernos de izquierda llegaron en momentos de crisis económica; no se ha logrado el crecimiento económico con una distribución un poco más equitativa del ingreso; la izquierda sufre una crisis ideológica y la manera de superarla es haciendo una crí­tica de ella misma; la izquierda ha perdido credibilidad y le costará recuperarla; el principal desafí­o es plantear un nuevo proyecto polí­tico de transformación en democracia; así­ también corregir desviaciones de carácter ético (corrupción), solidario (ligazón con las bases) y polí­tico (tipo de aliados). 

Un sociólogo argentino, que estaba conectado a través de Internet desde su oficina o casa en su paí­s de origen, estuvo de acuerdo que El Salvador es un caso particular, describiendo algunos aspectos de la izquierda latinoamericana: todaví­a no es claro el movimiento pendular a favor o en contra de la izquierda; hay un avance en la institucionalidad democrática como logro de los gobiernos de izquierda, pero eso puede funcionar a favor o en contra del progreso social, todo depende de la participación activa de los grupos sociales dominados; no se debe tolerar la corrupción.

Un estudiante universitario dijo que el proteccionismo económico a nivel mundial podrí­a ser una oportunidad histórica para nuestro paí­s. Algunos representantes de ONGs hicieron comentarios sobre el papel revolucionario de los movimientos sociales que se encuentran activos en el paí­s: protección al medio ambiente, especialmente la lucha contra de la minerí­a;  lucha por la equidad de género; así­ como por el  derecho a la comunicación o radios comunitarias.

Varios participantes expresaron que el partido polí­tico es un instrumento de la izquierda, no es el factor principal; así­ también que la lucha en contra de la revolución es un esfuerzo permanente de la derecha y del imperialismo.

El sociólogo argentino trató de responder a algunas de las inquietudes expresadas por los participantes en el conversatorio, diciendo: el cambio en la matriz productiva solo se puede dar como resultado de un esfuerzo constante de varias décadas; los gobiernos de izquierdas han tenido un papel de mejoramiento social de los pobres; se ha tenido avances en la equidad de género dentro de la izquierda; se ha hecho muy poco en lo relativo al medio ambiente; los partidos no deben tener el monopolio polí­tico de la revolución, el fundamento son los movimientos sociales; la izquierda no tení­a experiencia en administración pública, la burocracia estatal ha sido un obstáculo para la ejecución de las polí­ticas sociales; el monopolio de las comunicaciones es muy fuerte, pero es posible avanzar en su democratización.

Casi estoy convencido de la necesidad de visitar nuevamente a mi psicólogo, los sueños sobre el mismo tema son cada vez más frecuentes, originalmente se referí­an a una invasión extraterrestre, luego sobre mi esposa ya fallecida.