Este domingo, la población católica y no católica de El Salvador recuerda el asesinato del primer santo, San Óscar Arnulfo Romero, cuyo asesinato tuvo lugar el 24 de marzo de 1980, luego de recibir el disparo de un francotirador mientras oficializaba una misa en la capilla del Hospital de la Divina Misericordia.
De hecho, las actividades religiosas en honor al santo comenzaron desde el pasado sábado, en esa misma capilla se celebró una Misa de Acción de Gracias y se recordó su última homilía de 1979.
Además, el arzobispo de San Salvador, Mons. José Luis Escobar Alas, oficializó una misa en la Catedral Metropolitana en memoria de San Romero, a la cual asistieron feligreses de todo el país, e incluso de Honduras, Nicaragua e Italia.
Durante la ceremonia, el cardenal, Gregorio Rosa Chávez, expresó que la canonización de San Romero, la cual se llevó a cabo el 14 de octubre de 2018, marca un antes y un después en la historia del país y agradeció al papa Francisco por haber reconocido su obra con el pueblo salvadoreño.
“Esta mañana vimos como la cripta de Catedral tenía un ambiente diferente, fui a visitar a monseñor y había un fervor tan grande en todo su sepulcro y yo dije están hablando con el Santo, el primer Santo de El Salvador, gracias Francisco porque nos diste el primer Santo de El Salvador”, expresó Rosa Chávez.
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Proceso de canonización
El 9 de marzo de 2018, el papa Francisco confirmó la canonización de Romero y estableciendo el 14 de octubre para tal ceremonia en la que también se canonizó al papa Pablo VI.
Mientras el papa Francisco declaraba santo a Romero en Roma, en San Salvador miles de feligreses seguían minuto a minuto la misa pese a la diferencia de horarios pues en El Salvador eran las dos de la madrugada.
Hubo peregrinaje, música, misa y juegos artificiales en un vigilia que se apostó en los alrededores de catedral metropolitana.
Romero fue asesinado por órdenes del fundador del partido ARENA, Roberto d’Aubuisson, según el informe de la Comisión de la Verdad, y ejecutado por un sicario contratado.