La Policía Nacional Civil (PNC) anunció la madrugada de este viernes el hallazgo de una osamenta que podría pertenecer a la agente desaparecida, Carla Ayala, en las afueras del municipio de San Francisco Javier, en Usulután.
El director general de la PNC, Howard Cotto, dijo que los restos óseos presuntamente de Ayala, fueron localizados al fondo de una fosa de un terreno propiedad de un familiar de Arévalo Castillo, del caserío Los Ríos, cantón Los Hornos, de la mencionada municipalidad.
“Se ha informado ya a Fiscalía del hallazgo a fin de que se pueda agilizar los procedimientos cientifico técnicos que permitan confirmar que el cuerpo enterrado sea el de Carla Ayala”, dijo Cotto.
El jefe policial explicó que falta por llevar a cabo el estudio por parte del Instituto de Medicina Legal (IML) que determine al cien por ciento que los restos pertenecen a la agente, pero todas las pruebas que conlleva el proceso indican que se trata de la osamenta que pertenece a la agente desparecida.
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Sin embargo, querellantes particulares de este proceso judicial, lamentaron que la PNC no informara previamente a las partes del caso y a la familia de Ayala, pues afirman que se enteraron de este hallazgo por Twitter y por los medios de comunicación
“Pedimos cautela ante los nuevos indicios, contrario se causa mayor dolor a la familia de Carla. Exigimos a las autoridades que antes de atender a los medios, se tenga una comunicación directa con los familiares de la víctima”, ha expresado el abogado Arnau Baulenas, querellante del caso por el Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA).
Carla Ayala, presuntamente fue asesinada en diciembre de 2017 por el exintegrante del disuelto Grupo de Reacción Policial (GRP), Juan José Arévalo Castillo, quien hoy es prófugo de la justicia.
La PNC investiga desde esa fecha su desaparición y posible asesinato, que ocurrió tras una fiesta llevada a cabo en las instalaciones del GRP.
Por este hecho permanecen en prisión el subcomisionado Julio César Flores, exjefe de la disuelta unidad ocurrida en febrero de 2018, junto con otros policías involucrados en el hecho.
Antecedentes
El 26 de febrero pasado, autoridades policiales afirmaron haber encontrado el cuerpo de Ayala, en una tumba al interior del cementerio municipal de San Francisco Javier, por lo que consiguieron una orden de exhumación.
Sin embargo, el cuerpo enterrado ahí no pertenecía a Ayala, y la PNC tuvo que disculparse con la familia de la persona enterrada que negó rotundamente que se tratara de otra persona previo a la exhumación.
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