Representantes del gobierno de Nicaragua y miembros de la sociedad civil retoman este viernes un diálogo mediado por la Iglesia católica con miras a aplacar una ola de protestas antigubernamentales que ya acumula dos meses y unos 150 muertos.
A finales de mayo, las partes no se pusieron de acuerdo en unas incipientes conversaciones y se levantaron de la mesa luego de que la represión por parte de la fuerza pública y simpatizantes del presidente Daniel Ortega dejara decenas de fallecidos.
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En las discusiones no se tenía prevista la participación de Ortega ni de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
A mediados de mayo, durante el inicio del diálogo, manifestantes le exigieron a Ortega que renunciara a su cargo al grito de “asesino”.
Las manifestaciones contra el Gobierno comenzaron a mediados de abril como reacción a una reforma al sistema de seguridad social, pero se ampliaron para incluir demandas de justicia por las víctimas tras una violenta represión policial.
Los opositores también exigen la renuncia de Ortega, un exguerrillero izquierdista acusado de amañar elecciones, controlar a los medios, manipular la justicia y querer entronizarse en el poder tras dos reelecciones consecutivas.
La Organización de Estados Americanos (OEA), Amnistía Internacional y otros organismos han criticado la “estrategia letal de represión” contra los manifestantes en Managua, Masaya y otras ciudades del país.
Los bloqueos de vías están empezando a golpear la frágil economía nicaragí¼ense generando miles de dólares en pérdidas económicas.
El jueves, miles de comercios acataron un paro de 24 horas convocado por empresarios, representantes de la sociedad civil, universitarios y campesinos.
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Con informes de Reuters.