Luego de la finalización del conflicto armado en El Salvador, el reguardo de la memoria histórica a través ha sido parte de la labor del Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI). Actualmente el museo alberga documentos, arte, afiches, postales, audio, cine, video, objetos, publicaciones, pinturas y dibujos, periódicos, manuscritos y libros. Todo, material invaluable que contiene parte de la memoria del país.
Desde su fundación en 1996, su misión ha sido promover la memoria histórica a través del arte y exposiciones sobre personajes o hechos históricos del país. El MUPI también realiza talleres en derechos humanos, escuelas de Paz, y otras iniciativas como el “museo sin paredes”.
Carlos Consalvi, director del MUPI, afirma que para el museo es importante trabajar por el rescate a la memoria histórica ya que la visión del espacio es crear productos culturales que ayuden a la reflexión sobre las principales problemáticas sociales a las cuales se enfrenta la sociedad.
“Entre esas problemáticas está la migración, la violencia, las necesidades de reafirmar la autoestima en los jóvenes, la necesidad de reforzar nuestra identidad en una sociedad de postguerra que quedó tan afectada”, afirma Consalvi.
El museo cuenta con exposiciones permanentes como “Memoria de los Izalcos”, la cual es una etnografía entre 1896 y 1899 del sueco Carl V. Hartman que data a través de crónicas, detalles de su paso y convivencia entre la cultura indígena en la zona de Los Izalcos en Sonsonate. La muestra recopila testimonios sobre la vida cotidiana y ritual náhuat-pipil de finales del siglo XIX.
Además se encuentra “Mujer, La Desnudez de mi Lenguaje” que aborda las luchas de las mujeres salvadoreñas en la historia contemporánea de El Salvador, con un enfoque en el papel de la mujer en la guerra civil. Imágenes y testimonios de salvadoreñas participantes en las luchas sociales durante y después de la Guerra Civil (1980-1992); mediante las cuales trasformaron sus vidas y El Salvador.
“Roque Dalton, Tormenta tocando la raíz de los volcanes”, que retrata la vida del poeta y su poesía revolucionaria. “Trémula Tierra” que acerca a las comunidades a través de la historia de los fenómenos naturales en el país, compartiendo conocimientos básicos sobre prevención de desastres.
Asimismo el centro cultural realiza Talleres de Derecho Humanos dirigidos a jóvenes para la creación de cortos sobre monumentos o memoriales históricos.
Además de la implementación del museo sin paredes que busca llevar un poco de la historia a los diversos cantones de El Salvador.
Para el director del MUPI, el trabajo con los jóvenes es una de las apuestas principales para “la construcción de puentes intergeneracionales. Es decir de un relevo para fortalecer el liderazgo juvenil”.
A su vez, el empoderamiento de los jóvenes se ha visto desarrollado por medio de las Escuelas de Paz donde a través del arte se trabaja en la prevención de la violencia en 14 municipios.
Los malabares, la fotografía, el video, la danza, la música son parte del programa. “Recientemente 120 jóvenes de Centroamérica integraron el grupo “Nuestras Voces”, el cual trata de debilitar la estigmatización de los mismo”, acotó Consalvi.
Parte de dicho trabajo ha desembocado en la creación de colectivos juveniles sobre derechos humanos.
Entre las últimas obras realizadas por el museo destaca la creación del cortometraje animado "Prudencia Ayala Presidenta", una producción que busca terminar con el olvido y la estigmatización a la que fue sometida la primera candidata presidencial femenina de El Salvador.
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha ingresado al MUPI en su Banco de Buenas Prácticas de Cultura para el Desarrollo en 2008.
Además, el museo ha sido distinguido con el Premio Internacional de Cultura Príncipe Claus 2008, en 2010 ganó el segundo lugar en el Premio Iberoamericano de Educación en Museos y también en ese mismo año obtuvo el Premio Ford 2010 por el Juego Los Izalcos en la categoría de Herencia Cultural.
