Se trata de un valioso archivo histórico-musical de los siglos XIX y XX salvadoreño, bajo la curaduría del investigador Ángel Duarte Novoa.
El Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI) anuncia la finalización del proceso de descripción y ordenamiento del Fondo de Músicos Vicentinos (FMV), un valioso archivo histórico-musical de los siglos XIX y XX salvadoreño, bajo la curaduría del investigador Ángel Duarte Novoa.
El trabajo realizado incluye la creación de una Base de Datos informatizada, para facilitar las búsquedas. Este fondo, integrado por cerca de 700 obras manuscritas, de las cuales, hasta el momento, se han registrado 535 obras completas y perfectamente ejecutables.
Este valioso acervo perteneció al distinguido músico vicentino Luis Miranda Silva (1865–1946), y permanecía resguardado por su hija, la señorita Concepción Miranda Merino. Gracias a la mediación del musicólogo Álvaro Dagoberto González Soriano, el archivo fue donado al MUPI, donde ahora se conserva, estudia y cataloga como parte del patrimonio sonoro de El Salvador.
El archivo contiene música para ceremonias de la Iglesia Católica, incluyendo misas, salmos, villancicos, marchas fúnebres, cantos devocionales y alabados. Asimismo, alberga obras para banda militar, valses, mazurcas y música de salón. El corpus no incluye sinfonías ni conciertos, pero ofrece una mirada excepcional al quehacer musical comunitario de los siglos XIX y XX.
Destacan también unos 15 arreglos de compositores universales como Verdi, Waldteufel, Strauss, Chueca y Juventino Rosas. Muchos arreglos son anónimos, lo que refleja una tradición oral y práctica común en contextos musicales regionales.
Una parte esencial del FMV corresponde a obras de cuatro generaciones de la familia Miranda, descendientes del músico guatemalteco Antonio Crescencio Miranda y Castellanos (1770–1860), originario de Mixco y traído a El Salvador por el sacerdote y prócer Manuel Antonio de Molina en 1792. El fondo resguarda alrededor de 130 composiciones de esta notable dinastía musical.
El FMV también incluye obras de compositores nacionales y guatemaltecos ya estudiados, como Juan Aberle, Ciriaco de Jesús Alas, Domingo Santos, Escolástico Andrino, Eulalio Samayoa y José Napoleón Rodríguez, sumando cerca de 80 composiciones.
Este fondo documental constituye una fuente fundamental para el estudio de la música religiosa, comunitaria y académica en El Salvador, además de ofrecer posibles hallazgos aún no documentados que enriquecerán el panorama musicológico regional.