Mirando con optimismo el mundo actual

Existe una tendencia histórica a depender económicamente de los EEUU después de la Segunda Guerra Mundial, en la actualidad es EL mercado principal para nuestras exportaciones y para la adquisición de los productos importados, nuestra economí­a funciona gracias a las remesas familiares que provienen de ese paí­s.

Desde hace unos diez años se ha venido observando claramente una tendencia al estancamiento del comercio mundial, pareciera que la era de la última globalización está llegando a su fin; el año pasado los paí­ses que forman el G20 analizaron con preocupación las medidas que varios paí­ses están adoptando para proteger sus economí­as de la competencia extranjera. En los EEUU, el Presidente Donald Trump ha venido ratificando sus ofrecimientos de campaña polí­tica, en el sentido de proteger a la industria local de competidores extranjeros,  negando de esta forma la polí­tica de libre comercio que ha venido impulsando los EEUU; esta nueva polí­tica puede ser positiva para paí­ses como el nuestro, cuyas exportaciones a ese paí­s son poco significativas y estamos en la parte del continente que EEUU considera su patio trasero. Es evidente que la polí­tica de Trump de promover las inversiones de las grandes empresas en los EEUU traerá una mayor productividad y prosperidad a ese paí­s, los salvadoreños que han logrado radicarse allí­ podrán continuar enviando sus remesas por algunos años más.

No debemos temer que el TLC de EEUU con Centroamérica y República Dominicana sea modificado para favorecer a los EEUU; más bien los altos funcionarios del gobierno de los EEUU serán un poco más comprensivos de las formas cómo ese tratado comercial está afectando negativamente nuestras economí­as. No creo que el gobierno de los EEUU deje que el dólar continúe su tendencia hacia tener más valor (apreciación), porque eso afecta sus exportaciones. Teniendo nosotros una economí­a dolarizada, las polí­ticas de EEUU para fortalecerse económicamente, es positivo para El Salvador.

No debemos de ver la polí­tica económica de Trump como algo descabellado, es parte de la realidad económica mundial, tarde o temprano otros paí­ses adoptaran medidas similares.

En nuestro paí­s debemos diseñar polí­ticas que aprovechen esas oportunidades y enfrenten las amenazas del fin de este proceso de globalización. Debemos continuar el esfuerzo por hacer entender a la gran empresa privada nacional, lo siguiente: el modelo económico neoliberal que la ha venido favoreciendo tiende a desaparecer a nivel mundial; en nuestro paí­s se agotó su capacidad de desarrollo económico hace más de veinte años; debemos de pensar en común para que en los próximos veinte años funcione  un nuevo modelo capitalista de desarrollo,  en el marco de un nacionalismo a nivel mundial. Para los trabajadores y pequeños empresarios, debemos fortalecer las medidas organizativas y protegerlos de la sobreexplotación y la competencia desleal de la gran empresa.

No creo que estemos retrocediendo históricamente, el mundo sigue avanzando, no se cometerán los mismos errores del Nacional Socialismo de los años treinta.