En un gesto que evidencia el interés regional por nuevas estrategias de combate al crimen organizado, el ministro de Justicia y Paz de Costa Rica, Gerald Campos Valverde, arribó a El Salvador acompañado de una delegación oficial, con el objetivo de estudiar de primera mano las políticas penitenciarias y de seguridad implementadas por el Gobierno de Nayib Bukele.
La visita incluyó un recorrido por el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una de las cárceles de máxima seguridad más grandes y controvertidas del continente, donde actualmente se encuentran recluidos líderes de pandillas y migrantes acusados de integrar redes criminales como el Tren de Aragua.
Durante una conferencia de prensa conjunta, el ministro de Seguridad salvadoreño, Gustavo Villatoro, destacó la importancia de compartir experiencias: “Nos llena de orgullo poder mostrar los resultados de nuestras medidas. Costa Rica, un país que siempre ha sido ejemplo de paz, ahora se interesa por nuestro modelo. Es un reconocimiento al cambio que hemos logrado”.
Por su parte, Campos Valverde señaló que la instrucción del presidente costarricense Rodrigo Chaves fue clara: identificar prácticas exitosas que puedan ser adaptadas a la realidad costarricense para frenar el avance del crimen. “Queremos devolverles a los ciudadanos la tranquilidad, la seguridad y la justicia real. Buscamos alianzas que permitan lograr una rendición de cuentas efectiva y fortalecer el estado de derecho”, expresó.
El Gobierno salvadoreño ha basado el combate contra las pandillas en el Plan Control Territorial y en la implementación de un régimen de excepción, activo desde marzo de 2022, lo que ha permitido realizar arrestos masivos y suspender ciertas garantías constitucionales. Las autoridades locales aseguran que estas medidas han sido clave en la significativa reducción de los homicidios.
