Agencias Internacionales
Un comando irregular armado, ejecutó -al más puro estilo de las series televisivas- a cuatro jóvenes con vinculación a prominentes familias políticas, entre ellos el hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa (27 de enero de 2010 – 27 de enero de 2014). Las víctimas salían de departir de una discoteca ubicada en el bulevar Morazán de Tegucigalpa, capital de Honduras.
El suceso ocurrió al filo de las 2:00 de la madrugada en la Torre Morazán, donde los ahora occisos salían de departir tras una velada de artistas y tiktokers en el bar Space.
Los occisos fueron identificados como Said Lobo (23), Luis Zelaya (23), Salomón Vásquez (27) y Norlan Rivera (33), los tres primeros de familias con tradición política y el último era motorista del hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
Videos que rápidamente se hicieron circular a través de redes sociales muestran el momento en que los malogrados jóvenes son bajados de sus vehículos y asesinados a sangre fría en la entrada del populoso edificio comercial capitalino, indica Proceso Digital
En uno de los videos se aprecia que los victimarios -al menos siete- poseían destrezas de formación policial y militar, además estaban dotados con potentes armas de reglamento oficial y su vestimenta similar a la desaparecida Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP), según lo que reporta este viernes Proceso Digital.
El secretario de Comunicaciones, Ivis Alvarado, negó que Luis Laboriel sea pariente de la presidenta Castro, pero el parlamentario Óscar Flores tiene parentesco con el asesor Manuel Zelaya, “venimos de la misma familia, somos primos”, dijo.
Al lugar del cuádruple crimen llegó el expresidente Lobo, quien al conocer la tragedia se quebró por momentos aunque siempre intentó demostrar fuerzas. También llegaron, el exjefe de las Fuerzas Armadas, Romeo Vásquez, en compañía de su esposa Lícida Zelaya Lobo, ya que uno de los jóvenes muertos era su sobrino.
Llegó el momento más conmovedor. Porfirio Lobo reconoció a Said como una de las víctimas de la masacre. El expresidente levantaba su cabeza y miraba al cielo en busca de respuestas.
Buenos muchachos, emprendedores y estudiantes
Con el paso de las horas se conoció el perfil de cada uno de los jóvenes muertos en la masacre de la Torre Morazán. Todos ellos eran buenos muchachos, estudiantes, emprendedores e incluso uno de ellos era seleccionado nacional de volibol.
Las víctimas tenían sus propios empleos y estaban disfrutando un momento ameno entre amigos sin esperar que minutos después fueran ejecutados.
Said Lobo laboraba en una de las fincas de su padre, Porfirio Lobo, en el municipio de Juticalpa, departamento de Olancho. Era hijo de la expareja presidencial, Porfirio Lobo Sosa y Rosa Elena Bonilla.
Otra víctima fue Luis Armando Zelaya Rivera, quien era sobrino político del general en condición de retiro y expresidenciable, Romeo Vásquez Velásquez.
Zelaya Rivera también era sobrino del exdiputado del Congreso Nacional por el departamento de Olancho, Francisco Rivera. La madre es la doctora Bessy Rivera.
Versiones oficiales distintas
Las versiones oficiales no se hicieron esperar, eso sí todas ellas con diferentes connotaciones.
El portavoz de la Policía, Miguel Martínez Madrid dijo que se ha identificado que este tipo de crímenes que se están dando son hechos bien planificados y no aislados, se estima que una guerra que ha declarado la mara Salvatrucha a todo el pueblo hondureño.
“No es algo que está sucediendo al azar, es algo bien planificado lo que se está dando”, añadió.
Agregó que se puede notar también que existe una planificación para desestabilizar a la población y para llenar de caos y causar un efecto de terrorismo.
Minutos después se pronunció la pareja presidencial -Xiomara Castro y Manuel Zelaya, ambos aseguraron que detrás del crimen están los escuadrones de la muerte que existen en el país.