Luego que la Asamblea Legislativa lo reeligiera con 66 votos, el fiscal general de la República, Rodolfo Delgado, arremetió contra el sector periodístico salvadoreño por sacar a la luz casos de presunta corrupción registrados en el actual gobierno.
La postura fue vertida en una entrevista emitida por el canal estatal, en donde dio una serie de advertencias contra medios de comunicación y periodistas, así como expuso su compromiso para la gestión de los próximos tres años que dura el cargo.
Con esto, Delgado reacciona por primera vez a las publicaciones que conforman el caso “Catedral”, que es una investigación iniciada por la Fiscalía de Raúl Melara, la cual documentó que existían acuerdos entre el gobierno de Nayib Bukele con la MS-13 y el Barrio 18, compras irregulares en la pandemia de covid-19, y el uso de recursos del Estado en campaña política.
“En realidad, tampoco es que una investigación va a ser una presentación de power point que cualquier persona puede manipular. Tampoco se trata de andar mostrando evidencias protegidas ante mandato judicial y que le compete únicamente a la Fiscalía General revelarlas ante la autoridad correspondiente. Creo que deben analizar cuáles han sido sus conductas cada uno de estos periodistas”, advirtió.
El fiscal continuó diciendo: “Eso no puede ocurrir. No puede ocurrir que empiecen a generar una bola de especulaciones, sin ningún sentido; señalando, por ejemplo, grupos de investigación que nunca existieron en el interior de la Fiscalía, porque creo que como fiscal general, si veo una mentira y descubro que es una mentira, lo tengo que señalar. No se vale andar jugando de esa forma con la institucionalidad del país, no se vale andar tirando cualquier tipo de porquería disfrazada de noticia periodística a la Fiscalía General de la República, porque la oficina del fiscal general de la República se tiene que respetar, porque nosotros somos los encargados de hacer cumplir la ley, y esa ley se les aplica a todos, independientemente sean funcionarios, sean periodistas, sean una persona común y corriente”.
Entre otras cosas, Delgado dijo también que no está dispuesto a “ceder un centímetro de la soberanía nacional simplemente por quedar bien con un embajador o embajadora”.
El mes pasado, cuando la embajadora estadounidense Jean Manes anunció su retiro de El Salvador, lamentó la falta de colaboración de las autoridades salvadoreñas en la extradición de los cabecillas históricos de la Mara Salvatrucha MS-13.
Fue Delgado un funcionario que abogó por no extraditar al cabecilla Armando Elú Melgar Díaz, alias “el Blue”, mediante un escrito de 17 páginas enviado el 7 de septiembre a la Corte Plena de la Corte Suprema de Justicia.
Delgado fue impuesto en el cargo y su antecesor destituido mientras la Fiscalía General de la República llevaba adelante una investigación por corrupción contra funcionarios del actual Gobierno, por uso irregular de fondos durante la pandemia. La Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) presentó varios avisos de corrupción que avanzaron a dichas investigaciones, pero su colaboración fue suspendida a la llegada de Delgado. Además, manifestó que iba a corregir errores de su antecesor.
Por otra parte, sostuvo que su reelección “no fue algo que se negoció bajo la mesa”.
En la elección del fiscal se ausentaron 16 diputados propietarios del partido Nuevas Ideas, para lo que el partido oficialista tuvo que recurrir a los suplentes para alcanzar los 56 votos de la bancada, y a estos se sumaron cinco votos de GANA, dos del PCN, uno del PDC y dos disidentes de ARENA, haciendo un total de 66.
Delgado expresó que “a mí no me extraña que una parte del Congreso no haya votado por mi elección, es algo que yo espero”, dijo, y agregó sobre lo que se espera de él en cuanto a los que lo apoyaron y los que no lo hicieron.